Imagen de la cantera romana descubierta en el solar de Bastió d'en Berard, sobre la muralla. | AA.VV. SA CALATRAVA

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El Consell de Mallorca actuó conforme a la ley al ordenar en 2001 un control arqueológico y, posteriormente, una intervención arqueológica en las obras de un edificio de la calle Bastió d'en Berard de Palma, justo encima de la muralla. A esta conclusión ha llegado el Tribunal Superior de Justicia de les Illes Balears (TSJB), que desestima la reclamación de responsabilidad patrimonial interpuesta por el grupo inmobiliario Castellví contra la institución insular y por la que le reclamaba más de cinco millones de euros.

Cabe recordar que durante la excavación se halló en el solar un yacimiento romano, estructuras murarias y una cantera también de época romana. También salieron a la luz, en distintos lugares del solar donde luego se construyeron pisos de lujo, centenares de restos óseos de afectados por la peste del siglo XIV.

Los hallazgos supusieron que el proyecto de construcción del edificio debiera demorarse y modificarse en varias ocasiones, bajo la premisa de proteger al máximo los restos.

En abril de 2005, la Commissió de Patrimoni del Consell aprobó definitivamente el proyecto modificado. La constructora Castellví inicia entonces un proceso para reclamar al Consell una indemnización por los perjuicios que todos los trámites habían generado, a juicio de sus propietarios.

Respecto a la sentencia del TSJB, Biel Cerdà, director insular de Patrimoni, manifestó su «satisfacción porque se ha demostrado que el proceso por parte de la Ponencia Técnica de Patrimoni y la Commissió fue correcto, acordando que los restos arqueológicos podrían condicionar el proyecto». «Esto es algo que la sentencia deja claro», afirma Cerdà, quien recuerda que, como en su día se decidió desde el Consell, «las prescripciones se tenían que cumplir y el riesgo iba a cuenta del constructor».