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No cabe duda: si Bob Marley hubiera pedido un pequeño permiso en el más allá para darse un garbeo por el más acá se hubiera encontrado más que a gusto en el MallorSka Reggae Fest. Celebrado en la plaza de toros de Alcúdia la noche del sábado, el bueno de Bob habría podido encontrarse con viejos conocidos como Al Anderson y Junior Marvin,

interpretando al frente de The Original Wailers una veintena de sus temas de toda la vida como Natty Dread, Rastaman Vibrations, Stir It Up, Buffalo Soldier, Jammin, Exodus.... También hubiera podido disfrutar del baile con bronceadas damas, de finas hierbas mallorquinas, de maravillas skatalíticas agitadas con profesionalidad por los míticos Bad Manners y los carismáticos Dinamo; o gozado con esa revelación rastafari local llamada 8 Tribus y con el personalísimo mestizaje caribeño-balear de Es Reboster. Pero también habría podido combinar los descritos placeres con uno que en vida le traía de cabeza: el fútbol.

Al igual que en muchas otras partes del país el gol de Villa puso patas arriba el festival. La euforia futbolística unida a la excelente climatología y a la seductora oferta musical provocó que sobre la arena de la plaza de toros de Alcúdia no cupiera ni un alma más. Hasta 2.000 personas fueron felices durante las casi doce horas que duró el evento si se atiende a la mímica facial de unos asistentes que tendrán esta semana las comisuras de los labios doloridas de tanto sonreír. Por supuesto que no sería justo dejar de mencionar a Ferrán Vallès y Green Point Sound System, maestros a los platos y artífices de que la fiesta y las ganas de bailar continuaran hasta el amanecer. Esta vida pide otra.