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El claustro del Monestir de La Real de Palma abrió sus puertas ayer después de un año de restauración, financiada por el Govern, con una velada artística en la que se inauguró la exposición itinerante Interpretant Ramon Llull, l'Amic i l'Amat. En ella, 66 artísticas se han inspirado en L'Amic i L'Amat, que Llull escribió en el citado claustro.
El espacio ofrece un nueva imagen con trespol nuevo, las arcadas limpias y las balaustradas pulidas, pero éstas son sólo algunas de las acciones de la rehabilitación, que se presentó ayer en un acto con amplia representación institucional y poca presencia vecinal.
Durante los meses de trabajo, los técnicos han descubierto algunos elementos de gran valor patrimonial como unas pinturas murales, la antigua portada de entrada al monasterio o dos tramos de suelo original del convento fundado en 1235. La reforma, financiada con 600.000 euros entre el Gobierno, el Govern balear y el Bisbat de Mallorca, ha incluido también un proyecto de iluminación.
Al acto acudieron los consellers Jaume Carbonero, Vicenç Thomàs, Mercè Amer y Pere Aguiló; la presidenta del Consell, Francina Armengol; la alcaldesa Aina Calvo; el obispo de Mallorca, Jesús Murgui; la rectora de la UIB, Montserrat Casas o la directora adjunta del Institut Ramon Llull, Fanny Tur. El president Antich no pudo acudir al quedar 'atrapado' en Madrid por la nube volcánica.