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Miracle a Llucmajor es el título de la nueva obra del novelista y poeta Sebastià Alzamora (Llucmajor, 1972), en la que realiza un viaje a los años 20 de su localidad natal, donde un joven pagés, en Pere de Son Gall, decide construir una maquina voladora, el cometagiroavió. «Se trata de una novela sobre la fuerza del amor y el deseo de volar», confesó Alzamora, quien presentó ayer la novela en el Claustre de Sant Bonaventura de Llucmajor.
Alzamora describe la novela como «una historia que va a favor de la vida, sobre cosas que hacen que la vida valga la pena» como «el amor, la amistad y la fe, como la que tenía él en su invento».
La trama nos sitúa en los años 20 de la localidad , donde «al empeño de Pere de llevar a cabo su invento», se une la historia de amor entre éste y Maria Boscana, personaje ficticio, hija de un poderoso terrateniente. Mientras tanto, desde Barcelona llega la Lliga del Bon Mot, con la misión de «combatir la grolleria de la Isla y la blasfemia», donde el novelista puede aportar un punto más «cómico».
Aunque en la actualidad Pere de Son Gall es un mito en el pueblo, «en aquellos años no era muy querido», aclaró Alzamora, «su proyecto hizo que la gente tendiera a reírse de él o tomarlo por loco». Incluso corría una frase en mallorquín que decía: «Aixó serà com l'avió d'en Pere». «Es un personaje admirable, con una tenacidad a prueba de bombas», describe Alzamora al protagonista de su historia.
En la escritura, Alzamora ha querido ser «fiel a los hechos reales», documentándose sobre el caso de Son Gall a través de una biografía escrita por Joan Sala Caldell para la revista de Llucmajor, o en la Biblioteca de Catalunya, pero también ha querido incluir «personajes ficticios, para dar vida y forma a la historia literaria».
A pesar de que la historia real de Pere de Son Gall fue «un drama y muy triste», Alzamora ha preferido contarla bajo un prisma «cómico». «Es la magia de la literatura», confiesa, «se puede mejorar el mundo desde los libros, y cambiar las cosas las cosas y acontecimientos».
Alzamora pretendía crear una «comedia emotiva y divertida», en definitiva, «una historia bella, que despierta lo mejor de los sentimientos».