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La manipulación del conjunto escultórico de la Mare de Déu Morta o la Dormició de la Verge de la Catedral de Mallorca y las condiciones en las que éste descansa el resto del año han provocado que necesite una restauración de urgencia. Concretamente, los cuatro ángeles y la cama funeraria de la Dormició, que, conjuntamente con la imagen yacente de la Mare de Déu restaurada en 2004, son un ejemplo muy valioso de este tipo de conjuntos que se exhiben cada verano en las naves centrales de los principales templos.
El pasado junio el Taller de Restauració del Bisbat, con Antònia Reig al frente, empezó a restaurar las cuatro figuras, del XVII, y la urna, de 1671. Ocho meses después todo el conjunto ha sido dado de alta. «La restauración era muy urgente porque los ángeles, además de suciedad acumulada, presentaban grietas y partes rotas», apuntó Reig, quien aseguró que se ha seguido un criterio «de intervención mínima y básica para no perder las piezas desgastadas».
La urna era quizá lo que estaba mejor estado y los cinco restauradores han realizado una limpieza superficial y un tratamiento de la madera. Por su parte, los ángeles, cada uno diferente, presentaban un «pésimo» estado de conservación y a algunos les faltaba algún dedo de manos o pies. «La voz de alarma la dio el Grup de Conservació de la Seu y el Obispado accedió a autorizar y sufragar un tratamiento de urgencia», apuntó Reig.
Los juveniles ángeles son los portadores del dosel de la Dormició y con la restauración se aprecia que tienen un trabajo pictórico de gran calidad. También se han rehabilitado las varas policromadas que portan para sostener el palio que cubre a la virgen.
Una vez finalizada la festividad de la Mare de Déu d'Agost, las imágenes de la Seu se instalan en la capilla de Nostra Senyora de la Corona y el resto de elementos se guardan en la Seu, no siempre en las condiciones adecuadas. «Es fundamental un almacenaje óptimo por la conservación de las piezas», sentenció Antònia Reig.