Juan Carlos Sánchez, en un instante de la representación de "Zorro" en el teatro Folies Bergère de París. | Redacción Sucesos

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Siendo adolescente, Juan Carlos Sánchez tuvo clarísimo que los suyo es dedicarse al baile. Con sólo quince años y el apoyo de sus padres y profesores, Sánchez (Palma, 1985) se fue a estudiar a Madrid. Actualmente participa en París en el musical Zorro, con coreografía de Rafael Amargo, mientras espera el estreno de la película Una hora menos en canarias, dirigida por David Serrano (Días de fútbol), el próximo 23 de abril en la sección oficial del Festival de Cine de Málaga.
El bailarín se graduó en la especialidad de Danza Española en el Real Conservatorio Profesional de Danza, en Madrid. Posteriormente, trabajó en compañías como la de José Greco, Aída Gómez o Suite Española, con las que viajó a Grecia, Japón o Turquía. Se fue a Francia «para trabajar en el musical y abrirme puertas», explica. «La danza en Mallorca desgraciadamente no se aprecia suficientemente y no hay muchas posibilidades» de trabajo. «Para dedicarte al mundo del baile profesional no hay que estar en Fama. Eso no te da muchos puntos. Lo que hace falta es mucho sacrificio, horas y clases para mantenerte en forma». En París, da lecciones de danza española a alumnos franceses. También ha creado su propia compañía, Sánchez Flamenco Dance, con la que presenta su espectáculo Aunque estés lejos. «Hay que intentarlo y arriesgar, si no nunca ganas».
Sobre el escenario
Gitano, que se representa en el histórico Folies Bergère parisino, está producido por la compañía Europa Dance y cuenta con la dirección de Christopher Renshaw, que estuvo nominado al premio Tony de Broadway por la puesta en escena de The king and I. «Es muy exigente. Impone, porque es serio, con mucho coco», explica Sánchez. «Es capaz de estar pendiente de cuatro cosas en el mismo instante», añade. En cuanto a Rafael Amargo, coreógrafo del espectáculo, el bailarín considera que además de ser «un ser humano genial, profesionalmente es muy exigente porque siempre quiere que las cosas salgan bien. Siempre es educado y nunca levanta la voz».