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NURIA ABAD

El cantautor valenciano Raimon, que ayer presentó en Palma su nuevo disco, Raimon a l'Olympia, considera que la «marginalidad» que viven el catalán, vasco o gallego en los medios de comunicación «sigue siendo una asignatura pendiente de todos los gobiernos españoles». El cantautor, que ha cumplió 66 años a principios de mes, acaba de publicar con la discográfica Picap un doble CD, uno con su actuación en el Olympia el 7 de junio de 1966 y otro con la más reciente el 13 de junio de 2006, las dos grabadas en directo. De este modo, Raimon ha celebrado este año en el Olympia de París los cuarenta años de aquella primera actuación, que fue recogido en un LP que entonces recibió el premio de la Academia del Disco de Francia y que, debido a la censura franquista, no fue editado en España.

«A pesar del paso de los años, no he perdido el espíritu de rebeldía», afirma Raimon, a la vez que reconoce que «si la lucha contra la dictadura era como golpear un muro, circunstancia que podía tener como consecuencias que se rompiera el puño o el muro», acepta que «luchar contra la actual situación se acerca más a la sensación de luchar contra un colchón, al que haces una pequeña oquedad que después vuelve a su estado inicial».

Si en el primer disco, que arranca con la emblemática Al vent y contiene trece temas, Raimon grabó su actuación acompañado por su guitarra, en el segundo, con 21 canciones, Raimon canta con un acompañamiento acústico de dos guitarras, clarinete, clarinete bajo y contrabajo. Además, incluye dos canciones inéditas: Terra negra, «versos que nacieron en la visita a una exposición de Tàpies»; y Si miraves l'aigua, «que intenta, a través del ritmo, captar una chispa de la contemplación del mar».