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La iglesia de Galilea acogió ayer por la noche la última despedida a John Ulbricht. La localidad quiso, de esta forma, homenajear la figura de un pintor que escogió la localidad de la Tramuntana para realizar su obra. El acto contó con los parlamentos del alcalde de Puigpunyent, Joan Ferrà, y la música de Maria del Mar Bonet. La cantante interpretó el tema Cançó per una bona mort y agradeció que Ulbricht hiciera un cuadro con una de sus canciones. Ferrà, por su parte, destacó el interés del artista por Galilea. «Cuando llegó a la Isla, casi se gastó todo su dinero en comprarse la casa en la que vivió durante 40 años», afirmó. El alcalde también recordó el interés del autor por integrarse en la localidad, algo que hizo desde su llegada.

Ulbricht, que nació en La Habana en 1926, fijó su residencia en Mallorca en 1954 junto a su esposa, la también artista Angela von Neumann. Tras unos años de experimentación, su pintura se adscribió a la abstracción. En 1958 participó en el I Salón de Arte Abstracto, que se celebró en el Círculo de Bellas Artes de Palma. En 1963 se integró en el grupo Es Deu des Teix, formación que acercó a la Isla el movimiento abstracto.

A partir de 1963, las formas fluctuantes y libres se reconvirtieron en formas concretas que le permitieron configurar un amplio inventario de objetos sencillos y cotidianos que se convirtieron en protagonistas absolutos de su obra. En el 2000, el Casal Solleric organizó una exposición conjunta de Ulbricht y Von Neumann.