Las cerámicas de Picasso de la Col.lecció d'Art Serra, que se
exponen en la sede del Instituto Cervantes de Viena, recibieron la
pasada semana la visita del canciller austríaco Wolgang Schüssel,
que recorrió la exposición en compañía de Francisco Ferrero,
director de la entidad.
La muestra, inaugurada el pasado día 26 ante un nutrido grupo de
personas de la sociedad, la cultura y la política, entre los que
encontraba el embajador de España en Austria, exhibe una selección
de una cuarentena de piezas bajo el título «Cerámicas de Picasso:
barro, agua y fuego», obras que el público vienés podrá contemplar
hasta el 26 de febrero. El montaje ha sido comisariado por Dolores
Durán, especialista en la obra picassiana en este soporte.
En el Instituto Cervantes de Viena, inaugurado en julio de 2004,
se puede seguir todo el proceso de trabajo que Picasso vertió en la
cerámica, tanto en las formas como en los motivos decorativos, que
fueron los mismos que plasmó en sus obras pictóricas. Fue Picasso
quien elevó la cerámica a la categoría de arte tras interesarse por
ella en 1947.
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