Los poderes místicos de los monjes shaolin llegan este mes al Auditòrium de Palma

Este proyecto se inició con el propósito de mostrar un aspecto de la cultura tradicional china a través de un formato de espectáculo occidental. Como las artes marciales se representaban en público regularmente en China, el esqueleto de esta producción ya estaba creado de antemano. A este eje se le ha sumado una voz en off que narra la historia del monasterio Shaolin y una banda sonora basada en la música original del templo, aunque con arreglos modernos.

De este modo, la base de este montaje son los ejercicios ejecutados por los maestros y alumnos shaolin, que viven de acuerdo a las estrictas reglas del Budismo Zen. A diferencia de las enseñanzas clásicas, esta filosofía se centra más en el control del cuerpo a través de la mente. Este dominio físico insensibiliza ante el dolor a sus discípulos, que son capaces de romper barras de hierro fundido en sus cabezas y tablas de madera en sus cuerpos sin dejar marca alguna.

La historia de los monjes de Shaolin, actual centro espiritual de China, se remonta a más de 1.500 años de existencia, en los que han hecho uso de sus técnicas exclusivamente para defenderse y nunca para atacar, habiendo servido al emperador cuando les necesitó para proteger su imperio. Puesto que en la Revolución Cultural, los monasterios se abandonaron y el conocimiento de los monjes cayó práctimente en el olvido, posteriormente el gobierno provincial de Henan, donde se ubica el Monasterio Shaolin, fundó una academia. Allí, los alumnos, además de recibir una educación excelente, se introducen en los secretos del Kung Fu. Sus difíciles ejercicios representan el más alto nivel de perfección, cuyo ejercicio clásico y más antigua es la imitación de animales, base para el desarrollo de las artes marciales.