La obra de uno de los artistas más singulares e indiscutidos de
este país, el catalán Joan Brossa, poeta y creador plástico, uno de
los fundadores del grupo Dau al Set, fue la elegida para celebrar
el cumpleaños de Es Baluard.
La exposición, que ocupa el Espacio -1 del centro, se titula
«Jocs i camins de Joan Brossa» y es un recorrido por todo su
trabajo a través de poemas y objetos visuales, obra gráfica, libros
de artista y una película que realizó en colaboración con el
cineasta Pere Portabella. Ayer, en la inauguración de la misma,
estuvo presente Pepa Llopis, su viuda y presidenta de la fundación
que lleva el nombre del creador.
La comisaria de la exposición fue Maria Lluïsa Borrás, que ayer
no pudo estar presente porque se encontraba enferma. En su lugar,
Marie-Claire Uberquoi, directora de Es Baluard, explicó a los
asistentes el contenido de la muestra, recordando que Brossa fue el
poeta «de las mil caras» y que, por tanto, su trabajo, que comenzó
a desarrollar a partir de los años cuarenta, se nutre tanto de la
palabra como de la plástica, no en vano es autor de textos, poemas
o esculturas que a su vez son poemas, pues bebe de las fuentes de
artistas de la vanguardia histórica como Duchamp o Picabia o poetas
como Mallarmé.
Para Brossa, un hombre sencillo de gran talento, con multitud de
discípulos hasta la actualidad, los diferentes medios de expresión
le servían para contar «una realidad idéntica», ya que lo que
Brossa nos ha dejado es «una mirada singular sobre nuestra
condición humana o sus excesos».
Visitar la muestra fue el primer acto de la noche. El público
pudo acercarse al artista a través de los temas sobre los que versa
su obra, y lo hizo siguiendo un laberinto, porque así fue concebido
el montaje de la exposición, obra de Antoni Garau y Carles Fargas.
Y esos temas sobre los que incidió el creador son, entre otros, el
paso del tiempo; la ironía, esencial en su creación; el juego con
las palabras, que también queda muy claro en el museo. La
exposición, en su presentación al público, tampoco olvida la faceta
dramática del artista, ya que el montaje tiene mucho de escénico,
como le gustaba a este artista polifacético que visitó Palma en
varias ocasiones a lo largo de su vida.
Para quienes acudan al museo para disfrutar de la exposición,
les apuntamos que la misma, con 63 obras, se divide en seis
ámbitos: «Transformacions a partir de l'alfabet», «El pas del
temps», «Simulacre i metamorfosi», «La crítica de l'entorn», «Alè
poétic» y «La visió irònica».
Se trata de una oportunidad única para acercarse al particular
universo de un creador muy especial que nos envuelve, si somos
capaces de dejarnos, con el aliento de una obra poética para el
disfrute de los sentidos y también la reflexión.
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