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S.COQUILLAT/YAYO ÀLVAREZ El músico, compositor y cantante Alejandro Sanz llegó ayer a la Isla para ofrecer esta noche, a partir de las 22.00 horas, un concierto en el estadio Lluís Sitjar dentro de su gira «El alma al aire». Pasadas las 21.30 y vestido de riguroso negro a juego con unas gafas de sol, hacía su aparición por la sala de autoridades de Son Sant Joan para introducirse en el coche que le lleva ría rumbo al hotel Arabella. En un gesto loable, Alejandro Sanz atendió muy amablemente a los medios que se congregaron en ambos sitio a la espera de sus declaraciones. Confesó sentirse emocionado de regresar, después de tres años de ausencia, a Mallorca para «volver a dar al público mallorquín lo mejor de él».

Aunque la gira está siendo un auténtico éxito por toda la geografía española, el cantante aseguró que «mi corazón está en mi casa, con mi hija». La paternidad reciente ha aflorado nuevos sentimientos en el compositor, que plasmará «en todas las letras de su próximo trabajo». Le gustaría componerle a su hija Manuela una canción en particular, aunque reconoce que «de momento sólo le salen letras ñoñas; me encantaría dedicarle una nana de la cebolla al más puro estilo de Miguel Hernández, pero va a ser muy difícil». Quiere que la niña crezca rodeada de todo el ambiente flamenco, por lo que «le cantaré bulerías constantemente».

Al acabar su gira por España, Alejandro Sanz tiene previsto acudir a los Estados Unidos con la esperanza de recibir algunos de los cinco Grammys para los que está nominado. Después, grabará un trabajo para la MTV. Pasada todo este torbellino musical, Alejandro Sanz se tomará unas merecidas vacaciones que aprovechará para «pasar más tiempo con mi niña».