El trabajo, presentado este jueves en rueda de prensa por el secretario salud laboral de CCOO Aragón, Luis Clarimón, y el técnico en prevención de riesgos laborales David Chico, expone que el actual sistema permite que una buena parte de las enfermedades profesionales pasan por enfermedades comunes ante las mutuas. Ello lleva a que sea la Seguridad Social la que se acabe haciendo cargo de los costes y tratamientos asociados, lo que, a su vez, evita que los casos sean notificados a los servicios de prevención de las empresas e impide que reevalúen los riesgos.
«Las personas trabajadoras se enfrentan en las mutuas a verdaderos insultos a la inteligencia, como una mujer con epicondilitis --lesión de codo de tenista-- que se tiene que oír que su problema se debe a la maniobra de levantar a sus hijos en alto, o un hombre, que es porque juega al tenis, cuando lleva 20 años dándole a la llave inglesa y no ha cogido una raqueta en su vida», ha puesto como ejemplos Luis Clarimón.
Este problema se agrava, según ha advertido el técnico en prevención de riesgos laborales de CCOO Aragón, David Chico, con los «bastante chocantes» datos de casos de cáncer, que en no pocas ocasiones no se relacionan con el desempeño profesional del enfermo. Así, Aragón reconoció en 2023 dos casos de cáncer profesional, uno con baja por exposición al amianto y otro sin ella, que se sumaron a los otros 92 partes de exposición a carcinógenos en España, 27 con baja y 67 sin ella. Cifras muy alejadas de los 6.559 casos reconocidos en Alemania en 2016 --en España ese año se contabilizaron 23--.
«Haciendo una simple extrapolación con los 47 casos de cáncer reconocidos en 2023 en el País Vasco y atendiendo a la población expuesta en ambas comunidades, en Aragón deberían haberse detectado 31 cánceres de origen laboral en vez de los dos que se han reconocido», ha valorado Chico.
Al respecto, Clarimón ha recordado que, según datos del INE, el cáncer es ya la principal causa del muerte en España y, según distintos científicos y estudios, algo más de un 5% de los cánceres totales que sufre la población tendrían un origen laboral.
Por ello considera «sangrante» la discreta estadística que presenta Aragón, donde la mayoría de los casos están relacionados con el amianto, elemento que presenta un periodo de latencia de 20,30 y 40 años cuenta con un programa de vigilancia específico, «por lo que se detecta más porque se busca más», ha advertido.
En ese sentido, Clarimón ha llamado la atención sobre la falta de reconocimiento de los cánceres de piel relacionados con la exposición al sol en el trabajo, o los «cánceres inespecíficos» por la exposición a químicos o biológicos.
Además, el secretario salud laboral de CCOO Aragón ha lamentado que los trabajadores que acuden a la justicia para que su enfermedad sea reconocida como profesional, «afrontan un proceso es muy lento que en ocasiones se van a los diez años y a veces incluso ya han fallecido y su familia, antes de entrar al juicio, suele aceptar algún tipo de acuerdo, con lo que la estadística no lo recoge como un caso con una sentencia».
Precisamente para atajar este doble reconocimiento inferior de casos reales de enfermedades laborales el Gobierno de Aragón va a poner en funcionamiento la aplicación infoEP, una herramienta que Clarimón ha reconocido que los sindicatos venían reivindicando desde hace dos décadas y con la que confían en darle la vuelta a las actuales cifras en unos años en un nuevo informe: «Por fin el sistema público de salud, cuando vayamos a él, va a detectar nuestra enfermedad profesional y nos va a enviar a la mutua», ha explicado.
Un sistema que, según ha explicado, llevará aparejada formación específica para los facultativos y que reforzará la posición del trabajador en la consulta médica de la mutua.
Detalles del informe
Según el informe presentado por CCOO Aragón, el perfil más habitual de la persona trabajadora que sufre una enfermedad profesional en Aragón es el de una mujer de entre 45 y 49 años, empleada en el sector servicios o en la industria manufacturera. Este grupo concentra el mayor número de casos reconocidos, con una elevada incidencia de trastornos musculoesqueléticos derivados de posturas forzadas y movimientos repetitivos.
A pesar de la gravedad de muchas de estas dolencias, una parte significativa no deriva en baja médica. El informe destaca que las mujeres presentan una mayor incidencia de enfermedades profesionales que los hombres en prácticamente todos los sectores, incluido el industrial, tradicionalmente masculinizado menos en la construcción donde no hay casi presencia femenina.
Esta tendencia refleja un patrón de infradeclaración y subregistro que afecta especialmente a las mujeres, lo que pone de manifiesto la necesidad de mejorar los sistemas de detección, notificación y prevención en el ámbito laboral.
CCOO Advierte que según la Ley las mutuas son las encargadas de reconocer las patologías profesionales tratarlas adecuadamente y afrontar los gastos generados, pero no lo están haciendo en muchos casos. En la actualidad muchas enfermedades profesionales son ocultadas como contingencias comunes haciéndose cargo de ellas la Seguridad Social.
Sectores con mayor incidencia
Las cifras generales reflejan que el 56,4% de las enfermedades profesionales reconocidas son sin baja y el 43,6% con baja. Este dato, sumado al hecho de que un 89,55% de los casos están relacionados con exposición a agentes físicos --como movimientos repetitivos o posturas forzadas--, indica una realidad laboral donde el dolor físico se normaliza y se gestiona con medicación en lugar de con medidas preventivas o reconocimiento médico adecuado.
La industria y los servicios concentran más del 90% de los casos reconocidos, especialmente en actividades como la industria manufacturera, alimentación, fabricación de vehículos o servicios de comidas. Se observa una preocupante concentración de casos en empresas concretas, algunas de las cuales han superado los límites legales de siniestralidad.
«El 87,81% de las enfermedades profesionales en Aragón se deben a posturas forzadas y movimientos repetitivos. Estos riesgos no se detectan con las evaluaciones generales que hacen las empresas. Hacen falta evaluaciones específicas, y eso hoy en día no se está haciendo bien», ha asegurado Luis Clarimón.
Las mujeres trabajadoras aragonesas, especialmente en el sector industrial, sufren una incidencia notablemente superior a la de sus compañeros varones. En este sector, masculinizado por tradición, las mujeres presentan un índice de incidencia de 86,6, casi el doble que el de los hombres (47,11), lo que plantea serias dudas sobre la adecuación de los puestos a sus condiciones físicas y sobre la falta de perspectiva de género en la prevención.
Navarra, Murcia, La Rioja y País Vasco lideran el reconocimiento de enfermedades profesionales gracias a un mayor uso del sistema sanitario público para detectar patologías laborales. De aplicarse en Aragón el mismo enfoque, se habrían reconocido cerca de 1.900 casos adicionales.
Por último, el informe concluye que los costes económicos de estas enfermedades son abrumadores: 45.000 millones de euros en España y 1.300 millones solo en Aragón. «Una cifra muy superior a lo que costaría invertir adecuadamente en prevención y salud laboral», ha lamentado Clarimón.
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