Andalucía acabó 2024 con un saldo negativo de 106.067 trabajadores. A su mercado de trabajo llegaron 191.787 trabajadores procedentes de otras comunidades y se marcharon 297.854. En Andalucía se hicieron 3.207.451 de contratos y permanecieron 3.015.664. La región tiene una tasa de entrada de un 5,98 y de salida, de un 8,99, tres puntos de diferencia.
El desnivel de Andalucía supera la suma de las tres comunidades autónomas que le siguen en la tabla del saldo de contratos: Castilla La Mancha (-51.414), Comunidad Valenciana (-32.473) y Galicia (-18.587). Estas tres regiones suman -102.474.
De ese comportamiento de ser una región emisora de trabajadores escapan tres provincias andaluzas, que reciben más mano de obra de la que sale. Son los casos de Sevilla (+11.934), Málaga (+11.821) y Jaén (+10.709).
Las cinco provincias restantes son todas emisoras, comportamiento que lidera Cádiz (-48.503), seguida de Huelva (-29.721), Almería (-26,725), Granada (-19.728) y Córdoba (-15.854).
De ese déficit entre contratos hechos en Andalucía y andaluces que se fueron, 55.736 fueron hombres y los 50.331 restantes, mujeres. Españoles eran 95.487 de los 106.067 de diferencia entre entradas y salidas.
El informe sobre Movilidad geográfica de las contrataciones de 2024 que elabora el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) señala que ese déficit andaluz de salidad y entradas a su mercado de trabajo «ha ocurrido invariablemente todos los años de la serie histórica».
«Andalucía es eminentemente emisora, es la comunidad con el mayor saldo negativo en términos de movilidad geográfica de la contratación, una característica que se ha mantenido a lo largo de toda la serie histórica», afirma este informe en su retrato del mercado laboral andaluz, consultado por Europa Press.
Hace una década, en 2015, esa diferencia de salidas y llegadas de trabajadores fue de 98.111, un 8,1% menos que la actualidad.
Los andaluces se van a la Comunidad de Madrid (82.285 contratos), Cataluña (38.088), Murcia (30.930), Castilla La Mancha (27.291) y Comunidad Valenciana (23.337).
A Andalucía vienen de Cataluña (29.961 contratos), Comunidad de Madrid (29.844), Murcia (28.846), Comunidad Valenciana (21.257) y Castilla La Mancha (17.875).
En esa comparativa de entradas y salidas se aprecia que el saldo andaluz es negativo con la Comunidad de Madrid, que llega a ser de -52.441 contratos, y con Cataluña, de -9.127. La comparativa con Madrid e Islas Baleares arroja que la proporción de trabajadores andaluces en esas comunidades casi triplica la inversa.
Relación histórica de movilidad con cataluña
«Andalucía mantiene una relación histórica de movilidad laboral con Cataluña y, a pesar de la reducción del saldo negativo de Andalucía en 2024, sigue siendo una de las principales comunidades emisoras hacia Cataluña, especialmente en actividades como la industria manufacturera, la hostelería y la construcción», afirma el informe del SEPE.
Matiza entonces que en 2024 Andalucía «ha sido la que ha experimentado una mayor reducción del saldo negativo» y que de esa forma «se interrumpe la tendencia de aumento del saldo negativo que había experimentado en los últimos tres años».
Andalucía presenta un saldo negativo con todas las comunidades autónomas, con la excepción de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, de las que recibe a 2.229 y 1.609 trabajadores, frente a los 824 y 569 andaluces que se marchan a Ceuta y Melilla, respectivamente.
El retrato robot que hace este informe con datos del SEPE indica que esa condición de región emisora de trabajadores «es más acentuado entre los hombres, los menores de 30 años y trabajadores de nacionalidad española».
En el análisis por sectores el trabajo del SEPE indica que Andalucía presenta «el saldo negativo es más pronunciado en los Servicios», mientras que en el sector primario, agricultura y pesca, «a diferencia del año anterior, el saldo es positivo».
«El único grupo ocupacional con saldo positivo es el de trabajadores cualificados en el sector agrícola, ganadero, forestal y pesquero», precisa en este sentido sobre el atractivo en este punto del mercado de trabajo andaluz.
El informe sigue explicando que «el saldo es negativo, especialmente, en técnicos y profesionales científicos e intelectuales y en ocupaciones elementales».
«Por nivel formativo, Andalucía no presenta saldo positivo en ninguno de ellos y se configura como una comunidad marcadamente emisora entre los trabajadores con estudios primarios o sin acreditar», continúa ahondando el SEPE sobre el mercado andaluz.
Andalucía se sitúa como la cuarta región con la tasa más baja de movilidad interautonómica, un 7,51%, y figura en un grupo con valores inferiores al 10%, donde aparecen también el País Vasco (9,84%), Asturias (9,67%), Cataluña (7,34%), Galicia (6,48%) y Canarias (5,96%).
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