La economía vasca crecerá un 2,1% este año con 15.000 nuevos empleos y un 1,8% en 2026

Estas previsiones, que suponen una revisión al alza de una décima, no tienen en cuenta el impacto de los aranceles anunciados por Trump

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El Departamento de Economía, Trabajo y Empleo del Gobierno Vasco, tras cerrar 2024 con un crecimiento del 2,2%, prevé un incremento en la economía de Euskadi del 2,1% para el presente ejercicio y del 1,8% para 2026. Además, estima que se crearán 15.000 puestos de trabajo este año.

Ello supone una revisión al alza de una décima con respecto a las anteriores previsiones, motivada por el efecto arrastre de un resultado en 2024 mejor que el previsto y por los cambios en las hipótesis de contexto, según han precisado desde el Ejecutivo autonómico.

Estas previsiones se han elaborado con anterioridad al anuncio de los nuevos aranceles por parte de la Administración Trump y, por tanto, no han incorporado los posibles efectos en la economía vasca, que «dependerán del desarrollo de las negociaciones y su impacto final en el comercio internacional».

El Departamento de Economía, Trabajo y Empleo del Gobierno Vasco ha explicado los múltiples factores del cuadro macroeconómico actual que apuntan a un crecimiento mayor de la economía vasca. Entre ellos, el citado «efecto arrastre» del 2024, las expectativas más positivas del crecimiento económico para España, principal mercado de la economía vasca, y que se prevén unos tipos de interés «más bajos de lo esperado», con un Euribor en torno al 2,4%, frente al 2,8% previsto, lo que «fomentará una mayor formación bruta de capital y un mayor consumo» de las familias.

Las nuevas previsiones apuntan a que el nuevo escenario macroeconómico mantendrá para el presente año las características que han marcado 2024 y que «se moderen de forma suave» el próximo.

De este modo, si se confirma este escenario, en 2025 habrá un «crecimiento enérgico, superior al de algunos de los principales países europeos; estable, sin grandes variaciones en el crecimiento de un trimestre y el siguiente; y equilibrado, con aportaciones similares del consumo y la inversión». «Euskadi tendrá un crecimiento saneado también este año», ha destacado.

Estas previsiones para el periodo 2025-2026, elaboradas por la dirección de Economía, señalan un «mayor dinamismo» para la economía vasca con la revisión al alza de una décima para ambos años. La mejora es mayor si solo se tiene en cuenta la demanda interna, que ahora crecerá un 2,3%, dos décimas más de lo previsto en diciembre.

Según ha apuntado, «parte de ese impulso adicional se perderá por el saldo exterior», a causa de la «debilidad» de las exportaciones a los mercados europeos, en los que, «de momento, no se anticipa ninguna mejoría». Los dos componentes de la demanda interna mejorarán en dos décimas su previsión. Se estima un incremento del 2,2% en el consumo final y del 2,6% en la formación bruta de capital.

El aumento del consumo de las familias, superior al crecimiento de la economía (2,3% frente al 2,1%), se verá favorecido por factores como la reducción de la inflación y de los tipos de interés, por la creación de empleo, por el aumento de los ingresos vía subidas salariales y de las pensiones, y la menor incertidumbre. Ello propiciará que «el ahorro por motivo de precaución se modere para acercarse a sus valores tradicionales», ha señalado.

Sectores

Desde el punto de vista de la oferta, el Ejecutivo vasco ha apuntado que se mantiene la duda sobre el crecimiento del valor añadido de la industria, que aumentará en 2025 un 1,1%. La evolución trimestral señala que este sector irá «de menos a más» a lo largo del año, desde un 0,6% en el primer trimestre hasta un 1,7%, en el último.

Asimismo, la construcción «acentuará su dinamismo a medida que los costes se moderen, algo que ya sucede con las materias primas». También la elevada licitación y el dinamismo en el sector inmobiliario «hacen pensar que el sector obtendrá buenos resultados», ha afirmado, para añadir que el escenario macroeconómico prevé un crecimiento del 2,7% en 2025 y del 2,2% en 2026, en ambos casos por encima del crecimiento del PIB.

Los servicios «volverán a ser el motor de la economía vasca» con tasas de variación del 2,3% este año y del 1,7% el próximo. Durante el presente ejercicio, su evolución será «bastante estable», sin apenas diferencias entre trimestres. Los servicios más ligados al consumo privado se beneficiarán más del impulso, pero también los dirigidos a las empresas mostrarán un «perfil expansivo».

El escenario actual anticipa un crecimiento de los precios algo superior al de diciembre. En concreto, el deflactor del PIB se situará en el 2,4% este año y se moderará al 2% el próximo. El Gobierno Vasco ha precisado que esto se explica por «la resistencia de algunos servicios a la moderación y por la previsible debilidad del euro, que encarecerá los productos importados».

Además, «la guerra comercial que empieza a librarse será otro obstáculo para el control de la inflación», la cual, que se espera más alta, "hará que el crecimiento del PIB nominal llegue hasta el 4,5% este año, y se moderará al 3,8% el próximo.

Creación de empleo

En lo referente al mercado de trabajo, el arrastre de 2024 ha elevado una décima la creación de empleo esperada para este año, que queda en el 1,5% para los puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo y en el 1,4% para las personas ocupadas. De este modo, este año, se crearán unos 15.000 puestos de trabajo netos a tiempo completo. Gracias a ello, la tasa de paro bajará del 7,4% registrado en 2024 al 7% el presente año y al 6,7% el próximo. Además, se anticipa una mayor llegada de nuevos demandantes de empleo, que impedirá un mayor descenso de la tasa de paro.

Estas previsiones no tienen en cuenta un posible impacto de los aranceles, que «podría llegar a la economía vasca a través del tipo de cambio como consecuencia de un euro más fuerte, de un menor crecimiento del entorno (europeo y de la OCDE) y de una mayor inflación, que impida una bajada mayor de los tipos de interés», ha advertido.

«Es pronto para incluir todos estos cambios en las hipótesis del modelo. En cualquier caso, dado que el crecimiento de la economía vasca se sostiene por la demanda interna y está bien equilibrado entre todos sus apartados, es de esperar que el impacto sea limitado», ha concluido.