El sector arrocero realiza en Sevilla el primer tratamiento fungicida con dron de la agricultura andaluza

Este tratamiento se enmarca dentro de los proyectos de digitalización del sector en búsqueda de una mayor eficiencia, sostenibilidad medioambiental y control integrado de plagas en el cultivo de arroz. Durante la inauguración han estado presentes el alcalde de Isla Mayor, Juan Molero; el Coordinador de I+D de la Universidad de Sevilla, Manuel Lobeto, y el Director Gerente y Coordinador de Producción Integrada de la Federación de Arroceros, Eduardo Vera y Santiago Aparicio.

En el evento se pusieron de manifiesto las ventajas técnicas del uso de drones para la aplicación de fitosanitarios, que permite una mayor precisión, reduciendo su uso a las zonas afectadas. Este enfoque, además de mejorar la rentabilidad de las explotaciones agrícolas, optimiza la gestión focalizada de plagas, según ha detallado la Federación de Arroceros de Sevilla en una nota.

Estudios de deriva realizados por la Junta y presentados ante la Unión Europea, han sido clave para impulsar un cambio normativo a nivel europeo. Estos estudios demuestran los beneficios competitivos y medioambientales de estas tecnologías. Asimismo, se espera que este tipo de tratamientos sean reconocidos como una categoría específica dentro de la 'Agricultura de Precisión', facilitando su adopción por parte de los agricultores.

La jornada concluyó con la presentación del proyecto SAMA 2.0, a cargo de Lobeto. Este proyecto, financiado por la Asociación Europea de Innovación a través de la Consejería de Agricultura cuenta con la participación de entidades como el Departamento de Geografía Física y Análisis Geográfico Regional de la Universidad de Sevilla, España Soluciones Geoespaciales, Andalucía Multimedia y la Federación de Arroceros de Sevilla.

SAMA 2.0 da continuidad al proyecto europeo SAMA, abordando los retos de una agricultura más sostenible y productiva. Integra tecnologías de vanguardia como IoT, Inteligencia Artificial (IA), Big Data y análisis geoespacial, además de tecnologías de detección avanzada como la hiperespectral, con el objetivo de mejorar el cultivo del arroz mediante la monitorización del suelo y del agua.