Lorena Orduna, junto al alcalde de Tarbes y exalcaldes de Huesca | AYUNTAMIENTO

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Huesca ha entregado la Parrilla de Oro de la ciudad hermana de Tarbes, con motivo del 60 aniversario de esta unión entre a ambas ciudades.

A un día del inicio de las Fiestas de San Lorenzo y con motivo de su celebración, el Consistorio oscense ha celebrado uno de los actos más tradicionales de estas fechas, como es la entrega de la Parrilla de Oro de la Ciudad.

El Salón del Trono del Museo Provincial de Huesca ha acogido el acto, que ha contado con la asistencia de la corporación municipal, representantes del Ayuntamiento de Tarbes con su alcalde, Gérard Trémège a la cabeza, autoridades civiles y militares, exalcaldes, mairalesas, mainate, danzantes, anteriores galardonados con la Parrilla de Oro y familiares de Mariano Ponz.

La alcaldesa de Huesca, Lorena Orduna, ha resaltado la colaboración y unión entre ambas ciudades. «Es innegable la colaboración que existe», al tiempo que «ha avanzado que »estamos trabajando en más modelos de colaboración por ambas partes y promocionar las dos ciudades y que este año de hermanamiento iremos dando a conocer".

En su intervención durante el acto de entrega, Orduna ha manifestado que «apenas un día antes de que el cohete anuncie la fiesta como símbolo sonoro de esa ruptura entre el tiempo ordinario y el tiempo extraordinario, celebramos hoy una historia de amistad», porque «conmemoramos los 60 años del encuentro entre dos ciudades». Se cumplen «seis décadas de descubrimiento mutuo entre los ciudadanos de ambas poblaciones, de cooperación, de intercambio, de solidaridad y de celebración».

La alcaldesa ha referido que el hermanamiento suscrito en 1964 entre ambas ciudades, a través de los alcaldes Paul Boirie y Mariano Ponz, ha tenido cada fiesta de San Lorenzo en Huesca, y cada fiesta de San Juan en Tarbes, un «simbólico momento de reunión y de renovación».

Ha recalcado que «nuestras dos ciudades han sabido celebrar su amistad en sus respectivas festividades y de esta manera, han enriquecido todavía más su relación». En este sentido, se ha dirigido al alcalde de Tarbes, al que le ha trasladado lo siguiente: «Como ya indiqué en mi discurso del pasado 21 de junio en Tarbes, Francia y vuestra ciudad fueron para muchos oscenses una referencia de modernidad. A través de intercambios y actividades comunes, esta hermandad que hoy celebramos, sirvió de primera experiencia más allá de los Pirineos para no pocos vecinos de Huesca».

De forma que «la amistad entre oscenses y tarbesinos prolongada entre generaciones consolidó esta privilegiada relación entre ciudades».

La regidora ha referido que el día 8 de agosto de 1964, en su discurso de recepción a la delegación francesa, el alcalde Mariano Ponz habló del compromiso de que entre nuestros pueblos hubiera «una entrañable amistad, cordial entendimiento y sincero afecto» y que fuera un «tangible realidad entre nuestros dos países».

«Exactamente un 8 de agosto, sesenta años después, podemos decir que aquel propósito se ha cumplido y mucho más» y es que «aquel acto formal que había comenzado con relaciones de amistad personales ha venido manteniéndose en el tiempo. Seis décadas después, compartimos más allá de la amistad un espacio de interés conjunto e incluso unas instituciones comunes».

Lorena Orduna ha dicho que «hoy celebramos la vitalidad de nuestra relación». El Ayuntamiento de Huesca ha querido destacar la importancia para los oscenses del hermanamiento entre Tarbes y Huesca con la concesión de la Parrilla de Oro. Así, «os ofrecemos como prenda de amistad, amigo Gérard, uno de los mayores honores que concede la ciudad».

Ha explicado que «en la parrilla de San Lorenzo se simbolizan virtudes de entrega y sacrificio, pero también la fiesta y las ganas de vivir. El oro honra ese grandísimo valor para galardonar una trayectoria de sesenta años junto a nosotros, como si los ciudadanos de Tarbes fueran también oscenses».

Es también una muestra de gratitud. La alcaldesa ha continuado diciendo: «Gracias por mantener durante estos años la relación con Huesca y por enriquecerla, gracias a ti y a tus predecesores, gracias a tus convecinos, es un compromiso de proseguir por la senda marca por nuestros respectivos antecesores y por nuestros conciudadanos».

Alcalde de tarbes

El alcalde de Tarbes, Gérard Trémège, ha resaltado que recibir la parrilla de oro es para la Villa de Tarbes un «orgullo» y un «honor extraordinario» y ha asegurado estar «muy agradecido» a Lorena Orduna por otorgar este «honor» a su ciudad.

Trémège ha estimado que después de 25 años viniendo a Huesca es «un reconocimiento» que aprecia especialmente y tiene la sensación de que aquí se encuentra con amigos cada vez que viene. Ha dado a conocer que en 1970, cuando era joven se involucró en la vida pública y vino a la ciudad con Paul Boyrie, entonces alcalde de Tarbes. Conserva un extraordinario recuerdo de entonces de esta ciudad, que es una ciudad abierta, de alegría de felicidad compartida y celebración.

Ha comentado que «es una relación de la que celebramos su 60 aniversario que dura en el tiempo y que se enriquece periódicamente a nivel económico, deportivo y a nivel humano y de amistad compartida entre las dos ciudades».

«Hace 25 años que participo de esta relación, que respeto mucho y que nos aporta felicidad y bienestar y el calor de la humanidad», ha finalizado diciendo.

Tras el acto, la corporación municipal ha querido brindar un reconocimiento a la restauradora del Museo de Huesca, María José Arbués, distinguida, recientemente, con la Orden del Mérito Civil de manos del rey Felipe VI.