El general jefe de la Zona de Aragón de la Guardia Civil, Francisco Javier Almiñana. | Europa Press - EUROPA PRESS.

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La Guardia Civil ha realizado este martes una parada militar en el Parque de la Esperanza, situado en la avenida de Cataluña, en Zaragoza, donde ha conmemorado su 179 aniversario, ha homenajeado a los agentes y oficiales que se retiran o jubilan y ha recordado a las víctimas del atentado contra la casa cuartel, perpetrado por la banda terrorista ETA el 11 de diciembre de 1987, con 11 fallecidos en este mismo lugar.

El general jefe de la Zona de Aragón, Francisco Javier Almiñana, ha repasado la historia de la fundación del instituto armado, en 1844, a cargo del II Duque de Ahumada, quien constituyó «una fuerza de seguridad pública de ámbito nacional, que Benito Pérez Galdós llegó a definir en 1900 como un ser grande, eficaz y de robusta vida». La Guardia Civil es benemérita desde 1929, cuando se le concedió la Gran Cruz Civil de la Beneficencia.

Almiñana ha elogiado a los agentes y oficiales retirados desde mayo de 2022, destacando su «extensa vida militar repleta de sacrificios, pero con la íntima satisfacción del deber cumplido», dándoles la enhorabuena.

Durante el acto, las autoridades han condecorado a los retirados y a quienes han pasado a la reserva, también al neurocirujano Vicente Calatayud Maldonado, Cruz de Plata «por su más alta colaboración con la Guardia Civil».

El general jefe de la Zona de Aragón ha recordado que en el actual Parque de la Esperanza estuvo ubicada la casa-cuartel de Zaragoza, «desde donde se prestaba servicio, habitaban y convivían las familias de los guardias civiles, jugaban los niños y se alojaban hijos del Cuerpo que estudiaban en la universidad o se preparaban para el ingreso en la Academia General Militar».

Almiñana ha entregado una placa a Teresa Gay Escribano, víctima del atentado, donde perdieron la vida su hija y su esposo. Los fallecidos en este atentado fueron el sargento José Julián Pino Arriero, su esposa María del Carmen Fernández Muñoz y su hija Silvia, de 7 años.

También, el cabo José Ignacio Ballarín Gazaña y su hija Silvia, de 6 años; el guardia civil Emilio Capilla Tocado, su esposa María Dolores Franco Muñoz y su hija Rocío, de 12 años, y las mellizas Míriam y Esther Barrera Alcaraz, de tres años, y Pedro Ángel Alcaraz martos, hijas y cuñado del guardia civil Juan José Barrera Anguita.

En el parque existe un conjunto escultórico que recuerda la casa-cuartel y un monolito en el que se inmortalizan las 11 víctimas, hoy homenajeadas.

El capital Francisco Javier Rodrigo Poza, en representación de los condecorados, ha repasado su trayectoria en la Guardia Civil desde que ingresó en la Academia de Úbeda y ha manifestado su orgullo por pertenecer al instituto armado, recordando a quienes dieron su vida por defender España y sus gentes.

«A lo largo de estos 41 años la Guardia Civil ha visto cómo ha mejorado la preparación de sus componentes, los medios materiales, las condiciones de prestar los servicios», aunque «hay cosas que nuestro fundador nos marcó y que no debemos olvidar».

Al acto han asistido presidente de las Cortes de Aragón, Javier
Sada, la delegada del Gobierno de España en Aragón, Rosa Serrano, y
el alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, además de otras autoridades civiles
y militares.

Con este acto se pretende mantener vivo el recuerdo de todos los guardias civiles «a los que les debemos el reconocimiento de su trabajo y que esta Institución continúe con la labor que ellos iniciaron, sirviendo y protegiendo a la sociedad».