Archivo - Rocío Martínez en el juicio por el asesinato de Denisa Dragan | Europa Press - EUROPA PRESS - Archivo

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El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha confirmado la condena a 18 años y medio de cárcel impuesta a Rocío Martínez, conocida como 'La Golosina', por la puñalada mortal en el abdomen que acabó el 25 de noviembre de 2018 con la vida de Denisa Dragan.

Así consta en una sentencia, a la tuvo acceso Europa Press, en la que la Sala de lo Civil y Penal del Alto Tribunal desestima los recursos interpuestos por la familia de la joven y la condena contra la sentencia condenatoria.

La Sala solo estima en parte el recurso interpuesto por la joven condenado en lo relativo a la indemnización de 100.000 euros que se le impuso para abonar al hermano de la fallecido, una cuantía que ahora se deja sin efecto.

Los magistrados de la Audiencia penaron a 'La Golosina' como autora de un delito de asesinato, con la atenuante de confesión tardía, y otro delito continuado de amenazas, en el que se aprecia de igual modo la concurrencia de la misma atenuante.

La condena se determinó después de que un jurado popular declarase a la joven culpable de estos delitos y no de homicidio, tal y como solicitó el abogado de Rocío. El jurado popular absolvió a Mario Taboada, expareja entonces de la condenada, de los delitos que se le imputaban.

El fallo de la sentencia recogía la absolución de Mario del delito de asesinato por el cual también se había formulado acusación contra él por parte del fiscal y la acusación particular. Ambos, han sido absueltos del delito contra la integridad moral que completaba su acusación.

Denisa Dragan murió de una puñalada en el abdomen la noche del 25 de noviembre de 2018 a las puertas del local donde vivía con su novio. Meses antes, recibió amenazas de muerte por parte de la acusada por los celos que tenía.

Entre lágrimas, la acusada hizo en la última sesión del juicio uso de su turno a la última palabra: «Estoy muy arrepentida desde el primer día que lo conté a la Policía. Fui yo, pero estoy muy arrepentida».

En su declaración, la acusada confesó por primera vez que clavó a la joven una navaja en el abdomen durante un forcejeo e insistió en que no tenía ninguna intención de matarla, culpando a Mario por llevarla hasta su casa y darla una navaja abierta.

La agresora está diagnosticada de trastorno limite de personalidad, una patología que no la exime de responsabilidad penal. Los forenses manifestaron en el juicio que la planificación del crimen descartaría que su trastorno influyera en su conducta homicida.