El director general de Medio Natural y Gestión Forestal, Jorge Crespo. | Europa Press - EUROPA PRESS.

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El Gobierno de Aragón destinará este año un total de 57 millones de euros para la prevención y extinción de incendios forestales, 9.500 hectáreas en toda la Comunidad Autónoma, contando el Operativo de Prevención y Extinción de Incendios de Aragón (INFOAR) con un presupuesto de 40 millones, seis más que el año pasado.

Del total, 17 millones han sido consignados para la gestión forestal de los montes. Entre técnicos del Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, Agentes de Protección de la Naturaleza (APN), cuadrillas de SARGA, vigilantes o emisoristas, más de 1.300 efectivos trabajan en todo el territorio para intervenir de manera inmediata ante cualquier emergencia forestal.

El operativo cuenta con 62 brigadas terrestres, 8 helitransportadas, todas ellas dirigidas por un Agente para la Protección de la Naturaleza.

A su vez, las brigadas helitransportadas cuentan con 6 helicópteros ligeros y 2 medios, para el transporte de personal y el lanzamiento de agua; todos ellos y el resto de medios aéreos que participan en la extinción dirigidos por el helicóptero de coordinación aérea.

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Además, Aragón cuenta con un parque de 39 autobombas forestales de 3.500 litros de capacidad y maquinaria tipo 'bulldozer' que apoyan las labores de extinción en tierra.

Desde los puestos fijos de vigilancia, situados en puntos clave del territorio, los vigilantes, desde torres, casetas u otros emplazamientos --en un total de 80 ubicaciones--, dan aviso inmediato de cualquier posible inicio de incendio forestal.

Estos avisos, y cualquier otro que la ciudadanía realice a través del 112, es recibido en los Centros Provinciales de Operaciones, las denominadas 'emisoras de incendios' desde donde se realiza el despacho de medios y la gestión de la emergencia junto con el Centro Regional de Operaciones.

La dirección técnica de los incendios recae en personal funcionarios, APN en un primer ataque, y técnicos desplazados al Puesto de Mando Avanzado en caso de ataque ampliado, para los incendios de mayor complejidad.

Balance

La estadística provisional de incendios forestales de Aragón para el periodo comprendido entre el 1 de enero y el 30 de abril de 2023 recoge un total de 173 siniestros --el cuarto año con mayor número registrado del periodo 2005-2023--, y que han afectado a 1.338,88 ha forestales, de las que 538,62 ha eran arboladas --40,23%--.

El número de siniestros es moderadamente superior --un 15,33%-- a la media histórica 2005-2022, que es de 150 siniestros. La superficie forestal afectada es muy superior a la media histórica --398,73 ha para este mismo periodo--, habiéndose quemado 3,4 veces más que el promedio histórico, resultando 2023 el segundo año con mayor superficie afectada entre enero y abril, únicamente superado por el año 2012 en se calcinaron 3.162,66 hectáreas forestales, de las cuales 2.730 se calcinaron en el incendio de Montanuy de 8 de marzo de 2012.

El 71,09% de los siniestros se han quedado en conatos --menos de una hectárea-- y tan solo el 4,6% de los siniestros han superado las 5 hectáreas, siendo el incendio registrado en San Agustín el mayor de todos los registrados en el periodo --840 hectáreas en Teruel, si bien la superficie quemada por el mismo incendio dentro de la provincia de Alicante fue muy superior, cercana a las 4.000--.

De los 173 siniestros, 41 correspondieron a la provincia de Huesca; 109 a Zaragoza y 23 a Teruel. De estos, un 99,42% se debieron a causas humanas.

Seco y cálido

El inicio de la campaña viene marcado por una superficie quemada muy superior al promedio histórico, con un número de siniestros moderadamente superior a la media, lo que se explica por un comienzo de año muy seco en la mayor parte de la Comunidad, junto a los meses de marzo y abril que han sido muy cálidos e incluso extremadamente cálidos.

Además, el periodo comprendido entre el 1 de septiembre de 2022 y el 30 de abril de 2023 es el más cálido y el segundo más seco en Aragón desde 1991.

No obstante, la evolución de las temperaturas en las próximas semanas y la ausencia o no de lluvias determinarán la situación de inicio de la campaña estival.

En cuanto a la evolución del riesgo de incendio a lo largo de la campaña estival, este vendrá, como cada verano, determinado por la frecuencia e intensidad de las posibles olas de calor, la intensidad de viento y la precipitación en forma de fenómenos tormentosos que pueda recogerse.