Archivo - El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), Lorenzo del Río, en imagen de archivo | ALFREDO DE ANCA/PARLAMENTO ANDALUZ - Archivo

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El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), Lorenzo del Río, ha abogado este miércoles por que la justicia interfiera «cuanto menos» en procesos electorales, partiendo del respeto a las decisiones de los jueces en casos como el de los supuestos pagos en clubes de alterne con tarjetas bancarias de la Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo (Faffe).

Así lo ha indicado al ser preguntado por los periodistas por la decisión de la Audiencia Provincial de Sevilla de señalar para el 18 de mayo el inicio del juicio con jurado popular por los pagos en clubes de alterne con tarjetas bancarias de la citada entidad pública, un juicio que presidirá la juez Mercedes Alaya, instructora inicial de la macrocausa de los expedientes de regulación de empleo (ERE) fraudulentos financiados con fondos autonómicos.

Del Río, que ha participado en Sevilla con el director de la Oficina Andaluza contra el Fraude y la Corrupción, Ricardo Puyol, en la inauguración de la II Jornada Anticorrupción en la Sala Alberto Jiménez-Becerril del Parlamento, preguntado específicamente por la decisión de la Audiencia de Sevilla, ha declinado posicionarse sobre «lo que debía de hacer» en ese caso concreto.

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Ha hecho estas declaraciones después de que la defensa del exdirector de la Faffe Fernando Villén haya solicitado a la Audiencia de Sevilla que anule su decisión de señalar para el 18 de mayo el inicio del juicio con jurado popular promovido en su contra por los pagos en clubes de alterne.

En otro orden de cosas, ha explicado que «todas las condenas de malversación y apropiación que puedan tener una distinta regulación» tras la reforma que afecta a estos ilícitos se han de «revisar» viendo los «supuestos concretos caso a caso».

Para Del Río, las «prisas» no «son buenas» en las reformas legales, en las que debe de haber «la mayor participación y por tanto con el mayor consenso para no estar constantemente cambiando leyes como pasa con el Código Penal» en que ha contabilizado «ya más de 45 reformas».