La tasa de incidencia de cáncer de cérvix disminuye un 25% en cuatro años en la Comunitat Valenciana | GVA

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La tasa de incidencia de cáncer de cuello de útero o cérvix se ha reducido un 25 por ciento en cuatro años en la Comunitat Valenciana. Así, se registraron 211 casos nuevos de cáncer de cérvix en 2021 --últimos datos disponibles--, lo que supone una tasa de 7,6 por 100.000 mujeres, frente a la registrada en 2017, con 10,1 por 100.000 mujeres y 267 casos en total.

Estos datos han sido facilitados por el Sistema de Información sobre Cáncer de la Comunitat Valenciana (SIC-CV), en el marco del Día Mundial de Prevención de Cáncer de Cérvix este 26 de marzo, una herramienta que permite hacer estimaciones de incidencia para todo el territorio, al identificar casos nuevos a partir de la información proveniente de la actividad asistencial realizada en los hospitales públicos y privados.

Por provincias, el total de casos nuevos en la provincia de Valencia ascendió a 104, mientras que en la provincia de Alicante se registraron 89 casos nuevos y 18 en la provincia de Castellón. La edad media del diagnóstico fue de 57 años, ha indicado la Generalitat en un comunicado.

La incidencia de cáncer de cérvix observada en la Comunitat Valenciana es similar a la estimada en España por la Red Española de Registros de Cáncer (Redecan), que se sitúa en 7,4 por 100.000 mujeres y por el sistema de Información de Cáncer Europeo (ECIS), con una tasa de 7,8 por 100.000 habitantes. Por su parte, la supervivencia relativa durante el período 2014 a 2018 se situó en 69,1%.

En cuanto a la mortalidad, este tipo de cáncer fue el causante de casi un centenar de fallecimientos en 2021, en concreto de 97 mujeres, lo que corresponde a una tasa de mortalidad ajustada de 3,34 muertes por 100.000 mujeres. La evolución temporal de la mortalidad se mantiene estable.

Programa de cribado

El cáncer de cuello de útero constituye uno de los tres cánceres (junto al de mama y colon) en los que se han demostrado eficaces las medidas de prevención secundaria, tales como la realización de pruebas de cribado para prevenirlo y detectarlo precozmente.

En este sentido, la Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública, tras la incorporación del programa de cribado de cáncer de cérvix a la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud por parte del Ministerio, va a incorporar progresivamente este programa dirigido a mujeres de entre 25 y 65 años en la Comunitat Valenciana hasta completar la cobertura al 100% de la población diana (se estima un total de 1.400.000 mujeres).

El objetivo es prevenir y detectar el cáncer de cérvix de forma precoz para reducir la mortalidad, mejorar la calidad de vida y reproducir los beneficios obtenidos con el cribado de cáncer de mama, implantado hace ya 30 años en nuestra Comunidad.

Invitaciones a participar en el programa

Sanidad comenzará este año con el envío masivo de invitaciones para participar en el cribado poblacional de cáncer de cérvix. La estrategia que está previsto desarrollar a partir de otoño contempla dos tipos de pruebas en función de la edad.

Así, quienes tengan entre 25 y 34 años se someterán a una citología vaginal, que permite diagnosticar alteraciones celulares indicativas de cáncer. Las primeras en recibir la invitación para participar en el cribado poblacional en esta franja etaria serán 25.365 mujeres nacidas en 1991. Si el resultado es normal, la citología se repite cada tres años.

Por otro lado, las mujeres de 35 a 65 años (inicialmente 250.000 nacidas en 1958, 1963, 1968, 1973, 1978, 1983 y 1988) recibirán un kit para tomarse una muestra vaginal que se utilizará para detectar la presencia del virus de papiloma humano (VPH).

Se trata de un test similar a la autotoma que ya se usa en el cribado del cáncer de colon. El resultado está en un lapso de siete a diez días y, si es positivo, no significa que la persona tenga cáncer, puesto que se acometen pruebas adicionales para valorar si existe alguna alteración. Cuando no se detecta (VPH negativo), el test se repite cada cinco años.

Las distintas pruebas se explican porque la infección persistente por papiloma humano es la causa más frecuente de cáncer de cérvix en mujeres no vacunadas frente a este virus. De hecho, la mayoría de las personas sexualmente activas (80%) tiene contacto con este virus, pero desconoce que es portadora. La infección suele remitir de forma espontánea, pero en genotipos de alto riesgo puede producir cáncer.