La investigación comenzó a raíz de informaciones obtenidas por los agentes durante sus labores de prevención. Los mismos comprobaron cómo en un domicilio situado en la planta baja de un edificio de la calle Torrijiano, se había instalado una mesa junto a una de las ventanas del inmueble, con el fin de ofrecer a su clientela fija y a cualquier ciudadano, droga preparada para su consumición.
Diferentes tipos de sustancias estupefacientes se ofrecían junto a su precio, organizadas dentro de recipientes, en dosis dispuestas para la venta, como si de un «quiosco de la droga» se tratase, donde los clientes demandaban y recibían su encargo, sin necesidad de entrar en la vivienda.
Los hechos narrados provocaron tensión entre los vecinos de la zona, debido al tránsito de toxicómanos en las inmediaciones del domicilio, que se producía a diario y el consumo de muchos de ellos in situ, en las proximidades del mismo.
Analizadas las pruebas obtenidas durante la investigación se comprobó que, mientras la dueña del negocio estaba sentada en el salón viendo la tele, su trabajador, al que llamaban los clientes «el machaca» vendía la droga a través de la ventana.
Por todo ello, el pasado día 8 de marzo, previa autorización judicial, agentes de la Policía Nacional llevaron a cabo una entrada y registro en la vivienda investigada, interviniendo durante el mismo cocaína, hachís, MDMA y un total de casi 9.000 euros en efectivo, motivo por el cual, tanto la gestora del negocio ilícito como su trabajador fueron detenidos por un delito de tráfico de drogas y puestos a disposición de la autoridad judicial.
Los dos detenidos fueron puestos a disposición de la Autoridad Judicial, acusados de un delito contra la salud pública, en su modalidad de tráfico de drogas.
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