Una persona sujeta un cargador frente a un enchufe | Eduardo Parra - Europa Press

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La Delegación en la Comunitat de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha denunciado prácticas engañosas de asesorías energéticas para cambiar al usuario de compañía de electricidad.

La entidad ha informado en un comunicado que tras el cambio normativo que prohíbe a las compañías de electricidad formalizar contratos en los domicilios de los clientes --salvo que el propio consumidor así lo solicite--, «las prácticas agresivas, poco transparentes y engañosas se han trasladado a la comercialización telefónica que realizan asesorías energéticas subcontratadas por esas mismas compañías».

«La falta de transparencia suele manifestarse desde un primer momento: en dos de cada tres llamadas comerciales ni siquiera aparece el número de teléfono de la empresa que está llamando», tal y comodenunció OCUrecientemente.

Pero incluso cuando el número se visualiza, «tampoco es una ayuda para identificar a los responsables, ya que un consumidor no puede identificar a una empresa a partir del número de teléfono», han añadido. Es más, si se solicita que se identifique a la empresa que efectúa la llamada, en el mejor de los casos se indicará para la compañía para la que está prestando el servicio.

Una vez que se coge la llamada --prosigue OCU--, estasasesorías energéticas «argumentan falsamente que el usuario está pagando tarifas muy elevadas --o bien que están a punto de encarecerse--, que la normativa o las condiciones del contrato cambian o que su actual compañía va a pasar a designarse con el nombre de otra para la que le van a conseguir mejores condiciones».

OCU Valencia ha advertido de que en muchos casos estas asesorías energéticas cuentan, además, con datos personales del usuario que figura como titular del contrato, sobre la dirección de la vivienda o, incluso, de sus datos bancarios, «lo que da credibilidad a los falsos argumentos que se esgrimen para invitarle a cambiar de compañía de electricidad», han apostillado.

«PROBLEMAS» DE LOS USUARIOS

OCU ha manifestado que los problemas que afrontan los usuarios afectados son «numerosos» pues en muchos casos el consumidor no recibe el contrato suscrito, ni las siguientes facturas en papel, sólo recibos y cargos bancarios en su cuenta corriente, «en los que resulta difícil incluso conocer cuál es la nueva compañía a la que se ha producido el cambio de contrato», ha indicado.

Tras descubrir el engaño muchos vuelven a su anterior compañía, pero con unas condiciones más gravosas que las que tenían contratadas inicialmente. Es más, a veces se enfrentan a amenazas de la compañía que indujo el cambio sobre el cobro de sustanciales penalizaciones que pueden superar los 200 euros si han incluido servicios de mantenimiento.

Ante esta situación, OCU ha recordado que hay que desconfiar de llamadas desde números ocultos o desconocidos, incluso aunque luego digan que son de su compañía o dispongan de sus datos; y hay que solicitar el contrato con las condiciones por escrito antes de aceptar el cambio de compañía.

Además, ha señalado que si se advierte al ciudadano de una subida de precios, «se precisa un preaviso de al menos 30 días, por escrito (email, junto a la factura?), no por teléfono». Y el usuario dispone del derecho de desistimiento en contratación telefónica que le otorga 14 días naturales para arrepentirse de su decisión y que, en este caso, y en el de contratación fraudulenta, su antigua comercializadora debe mantenerle las condiciones del contrato original.