Archivo - Ciudad de la Justicia de Almería. | JUNTA DE ANDALUCÍA - Archivo

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El hombre acusado de amenazar a las empleadas de un supermercado ubicado en el núcleo almeriense de Ruescas y de destrozar con una piedra la puerta de cristal del establecimiento que cerraron para impedir su acceso ha aceptado dos años de prisión tras reconocer los hechos por los que le acusaba la Fiscalía y la acusación particular.

En concreto, conforme a la sentencia dictada en firme en sala, el acusado ha sido condenado a un año de prisión por un delito de amenazas y a un año más por un delito de atentado, ya que en el momento de su detención se revolvió ante los agentes de la Guardia Civil e intentó agredir a uno de ellos.

Según han indicado a Europa Press fuentes de su defensa, ejercida por la letrada Luz María Parra del despacho Luna y asociados, la juez ha acordado la suspensión de la pena privativa de libertad por un periodo de dos años con la condición de que el hombre no vuelva a delinquir, sentido en el que le ha impuesto además cinco años de alejamiento de las víctimas de los cuales dos tendrá que emplear un dispositivo de localización telemático.

El acusado, que se encontraba en prisión provisional por estos hechos, también deberá hacer frente a una multa de seis meses a razón de tres euros diarios por el delito de daños.

Los hechos tuvieron lugar el pasado 1 de febrero en el establecimiento situado en la carretera AL-3201 en dirección a Níjar, donde el acusado intentó acceder al interior del supermercado, para lo que utilizó una piedra con la que quebró el cristal y amedrentó a las empleadas.

La escena, que fue ampliamente difundida a través de unas imágenes que se hicieron virales en las redes sociales, finalizó con la llegada de varios agentes de la Guardia Civil, que identificaron al acusado, el cual se habría opuesto a su detención intentando, incluso, agredir a uno de los agentes.