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La Diputación Foral de Bizkaia ha cerrado cautelarmente el centro residencial Handia de Bilbao y se ha abierto un expediente sancionador a la residencia Otxartaga de Ortuella por diferentes incumplimientos, según ha dado a conocer el diputado de Acción Social, Sergio Murillo, que ha presentado este lunes en las Juntas Generales de Bizkaia un avance del Plan de Inspección y Control de los centros sociales del territorio realizado el pasado año.

En su comparecencia, Murillo ha confirmado que el año pasado se produjo, sin considerar el efecto de la pandemia, un aumento del 10% en el número de inspecciones realizadas en los centros de mayores, que confirman un incremento continuado desde que se inició la legislatura, que ha cifrado en el 23%.

«Contamos con una supervisión mayor en los centros residenciales», ha dicho Murillo, para añadir que todos los centros residenciales están sometidos a la inspección pública de la Diputación, como «garantía y protección de las personas usuarias» y de la calidad de los servicios públicos.

Así, ha detallado que, durante 2022, el servicio de Inspección y Control de su departamento realizó 204 inspecciones en centros de mayores (11 vinculadas al Covid).

El personal foral acudió para comprobar el buen estado del servicio en otros centros del territorio, a través de 63 inspecciones en centros de día, 72, en viviendas comunitarias y apartamentos tutelados, 58, en centros de atención temprana, 117, en centros de menores, y en todos los centros de apoyo a la mujeres.

Gracias a este trabajo, ha explicado el diputado de Acción Social, la Diputación detectó 21 incumplimientos. Además de las deficiencias detectadas en la residencia de Nuestra Señora de Leire, de Barakaldo, que, según ha recordado, acabó con su cierre, gracias a esta labor de control este año se han detectado dos incumplimientos graves en sendas residencias del territorio, concretamente en la residencia Handia de Bilbao y en el centro Otxartaga de Ortuella.

La residencia Handia, que contaba con 15 plazas autorizadas y cuatro residentes en el momento de realizar la inspección, se ha cerrado temporalmente por hasta cinco incumplimientos detectados en relación a la temperatura del local, que «no era la adecuada», situándose «por debajo de los 21 grados», ha precisado Murillo.

La Diputación ordenó el pasado 2 de marzo la suspensión cautelar de la actividad «al no reconducirse la situación» y los residentes fueron trasladados dos días después a otras residencias, ha dado a conocer.

El caso de la residencia ubicada en Ortuella, la Diputación incoó el pasado 28 de febrero un expediente sancionador por un incumplimiento «muy grave» acaecido la noche y madrugada del 1 de febrero. Murillo ha explicado que la propia residencia informó a la Diputación días después de esa jornada que el personal del turno de noche «no acudió a su puesto de trabajo». Como consecuencia de esto, la Diputación constató después que esa noche «no hubo nadie» atendiendo a las personas residentes.

Esta residencia se puede enfrentar, según Murillo, a una sanción económica de hasta 600.000 euros, una suspensión temporal de su actividad o a una suspensión de la financiación pública. Según el acta de la empresa incluida en el expediente, y en base a lo que relató el Comité de Empresa, la inexistencia de personal esa noche se debió a «una cadena de errores totalmente involuntarios». Ambos casos, se han puesto en conocimiento del Ministerio fiscal.

Murillo ha señalado, en cualquier caso, que estos dos casos son «excepcionales» dentro de una red de 155 centros en Bizkaia. Las residencias, ha asegurado, «funcionan bien», algo que «ratifican las propias familias ya que en la última encuesta de satisfacción otorgaron una nota media de 7,9 puntos sobre 10». «Ponemos todos los medios necesarios para la garantía de las personas residentes, inspeccionando cada vez más», ha dicho Murillo, después de repetir que «no nos tiembla el pulso si tenemos que cerrar un centro».

Satisfacción de las familias

El diputado foral ha trasladado también a la comisión de Acción Social los resultados de la última valoración bianual con el grado de satisfacción de las familias sobre los centros residenciales. En la última, con opiniones de finales de 2022 y de principios de 2023, de 1.824 familias, éstas otorgaron una nota media de 7,9 puntos.

Para mejorar esta nota, Murillo ha señalado que será fundamental la extensión del modelo de unidades convivenciales y la personalización de la atención, ya que las familias otorgan a este modelo una valoración general que alcanza los 8,74 puntos".

Incrementos de costes en las residencias

En la misma sesión, las Juntas Generales de Bizkaia han rechazado que la Diputación tenga que «incrementar las partidas presupuestarias para el año 2023 de las entidades sociales sin ánimo de lucro que gestionan servicios de responsabilidad pública foral».

La proposición no de norma de Elkarrekin Bizkaia ha contado con el apoyo de EH Bildu y del grupo Mixto-PP Bizkaia, pero con el voto en contra de los grupos junteros que apoyan al Gobierno foral, PNV y PSE, que conforman mayoría parlamentaria.

La portavoz de Elkarrekin Bizkaia, Eneritz de Madariaga, ha defendido, junto con el resto de la oposición, que la Diputación revise las memorias económicas de los años 2020, 2021 y 2022, de todos los proyectos desarrollados por estas entidades, asumiendo el pago de los sobrecostes producidos «a consecuencia de la pandemia y del incremento de precios de los suministros».

De Madariaga ha asegurado que estos incrementos ya están teniendo «consecuencias» en la calidad asistencial, «reduciéndose gastos en alimentación o en transporte», o no permitiendo que las empresas incrementen salarios.

«Se insta a la Diputación a hacer algo que ya se está realizando», ha respondido la socialista Berta Campo, mientras que la jeltzale Elena Coria ha añadido que la dinámic« que la Diputación mantiene para actualizar los precios y actualizar los convenios, lo realizan técnicos del departamento de Acción Social teniendo en cuenta »el diálogo permanente" con estas entidades y las auditorías que se realizan.

Estos controles de los costes, ha subrayado Coria, son «fiscalizados» también por el área de Hacienda y Finanzas. «Diálogo con entidades del tercer sector y comités de empresa, auditorías e informes técnicos forales es el camino que sigue la Diputación para actualizar los distintos convenios», ha concluido