El portavoz de campaña del Grupo Municipal Popular, Borja Carabante, ha criticado este domingo la...

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El portavoz de campaña del Grupo Municipal Popular, Borja Carabante, ha criticado este domingo la «incoherencia y el cinismo» de los grupos de izquierda en el Ayuntamiento de Madrid en relación a la regulación cocinas industriales y cree que son «su responsabilidad».

Así lo ha expresado después de que la Plataforma de Afectados por las Cocinas Fantasma de Madrid haya convocado una nueva concentración para pedir el cierre de cocinas fantasma en el distrito de Tetuán, el que concentra mayor número de 'dark kitchen' en zonas residenciales, y reclamar su traslado a polígonos industriales.

El portavoz ha destacado, en declaraciones remitidas a los medios de comunicación, que se trata de la «estrategia permanente de echarse a la calle, coger la pancarta y sumarse a cualquier manifestación tenga sentido o no» de la izquierda, cuando se acerca la campaña electoral y las elecciones.

En esta línea, ha manifestado que la existencia de las cocinas fantasma «es única y exclusivamente responsabilidad de la izquierda porque ha votado en contra de la modificación urbanística que el Ayuntamiento de Madrid había impulsado para regular este tipo de negocios».

Además, Carabante ha defendido que el Gobierno municipal «no ha dado ninguna nueva licencia desde el año 2021», con una moratoria mientras se aprobaban las normas urbanísticas que restringían y regulaban estos negocios.

La moratoria de concesión de licencias para cocinas industriales se levantará el próximo mes de junio si antes no se llega a un acuerdo político en Cibeles para aprobar las normas urbanísticas. El delegado de Desarrollo Urbano, Mariano Fuentes, ha acusado a la oposición de votar en contra de unas normas «que regulaban (las cocinas) y expulsaban las de grandes superficies a los polígonos».

Más Madrid, PSOE, Vox y Grupo Mixto tumbaron a finales de diciembre pasado el dictamen elevado por el área de Desarrollo Urbano para tratar de aprobar la modificación de las normas urbanísticas del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) en Madrid, un 'no' obtenido después de que la oposición al completo viera que esa pretendida actualización deja «cojas» cuestiones relativas a la implantación de las viviendas turísticas, las cocinas industriales o los locales de apuestas.