La ministra de Ciencia, Diana Morant, y la investigadora ucraniana Oksana Udovyk, en la Politècnica de València | UPV

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Oksana Udovyk, una de las 22 investigadoras ucranianas acogidas en España, trabaja en un proyecto en València para reconstruir su país y caminar hacia ciudades más justas, verdes, inclusivas y participativas cuando acabe la guerra: «Mi investigación es sobre la esperanza (...) Estamos reconstruyendo Ucrania desde el primer día».

Así lo ha manifestado tras explicar la misión que desarrolla en el instituto Ingenio, centro mixto del CSIC y la Universitat Politècnica de València, a la ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant; el rector de la UPV, José E. Capilla, y el delegado del CSIC en la Comunitat Valenciana, Juan Fuster.

El proyecto, impulsado y liderado por Oksana, se divide en tres partes. En la primera, el equipo de Ingenio trabaja en un mapeo de personas y organizaciones, tanto de Ucrania como de otros países, involucrados en la recuperación y reconstrucción de las ciudades ucranianas, ahora que ya hay algunas donde no está presente el ejército ruso.

"privilegiada"

«El mayor reto es que se acabe la guerra, que ganemos esta guerra», ha declarado esta investigadora, quien se siente «privilegiada» por su fuerte conexión personal con España y su conocimiento del castellano. Llegó de Ucrania en octubre, gracias al programa de cooperación científica del CSIC, y antes trabajaba en Kiev para Naciones Unidas en el ámbito de la innovación.

Tras reconocer que la reconstrucción es difícil porque les «están bombardeando todos los días», Oksana ha explicado que la iniciativa busca un modelo de reconstrucción que sirva como base para cualquier ciudad.

Dentro de la segunda parte del proyecto, en su día a día colabora en otras investigadoras e investigadores que actúan como «agentes de conocimiento» y se mantiene en contacto con refugiados ucranianos en España y Suecia para «darles voz». Además, se apoya en actividades más artísticas como el teatro para que las personas expresen sus sentimientos de otras maneras.

A su juicio, sería posible enfocar el proyecto en la ciudad de Odesa al estar hermanada con València y usar esta oportunidad para buscar a más personas interesadas. De cara al futuro también apuesta por poder «mejorar» ciudades como València y Estocolmo a partir de los resultados obtenidos.

El objetivo, ha reivindicado, es caminar hacia urbes donde los ucranianos «quieran volver». «Vamos a investigar más», ha recalcado, y ha destacado que trata de ayudar a otras investigadoras a integrarse y «desarrollar algo relevante para todas».

Por último, la tercera parte del proyecto se centra en la recuperación hacia la neutralidad climática, creando consorcios universidad-ciudad en Ucrania, Suecia y España. Junto a Oksana colaboran cuatro investigadores de Ingenio: Ana Escario, Sergio Segura, Daniel Cuesta-Delgado y Guillermo Palau.

"tenemos que seguir a su lado"

Tras conocer el proyecto, la ministra Morant ha lamentado que este es un día triste por el primer aniversario de la guerra, pero ha querido lanzar un mensaje de solidaridad y esperanza para el futuro y ha garantizado que España seguirá estando con el pueblo ucraniano «aquí y allí».

«Hemos estado al lado de los ucranianos y sabemos que tenemos que seguir estando de su lado», ha proclamado, y ha asegurado que este es un momento «doloroso pero a la vez reconfortante» al ayudar a investigadoras como Oksana que dejan atrás «historias de bombardeos e incluso de muerte».

Morant ha abogado por dar respuesta a la crisis demográfica abierta en Ucrania y ha augurado: «Su futuro pasará por la ciencia, por la innovación y por sus científicas, que ahora son un regalo para nuestro país y esperamos devolvérselo con el esfuerzo que haremos en la reconstrucción».

El programa de becas impulsado por el CSIC con el que Oksana llego a Ingenio les ofrece ayudas destinadas a su contratación con titulación de doctor durante un mínimo de tres meses y un máximo de dos años, con posibilidad de prórroga.

Actualmente, la Politècnica acoge a otros nueve investigadores ucranianos que desarrollan sus trabajos en varios institutos y departamentos, en áreas que van desde la tecnología de los alimentos, la cartografía o el 'machine learning' a los biomateriales metálicos, la fisiología, el desarrollo de plantas, la gestión de proyectos o el marketing industrial.

Desde el inicio de la guerra, la UPV ha recogido un total de 30.213 euros en una campaña de micromecenazgo destinada a estudiantes que no pueden volver a Ucrania, junto a 512 cajas de material donado, 112 propuestas de acogida de universitarios o profesoras huidas, 20 pisos cedidos a familias ucranianas, 35 voluntarios traductores, 16 alumnas y siete profesoras refugiadas, seis ayudas de acción social, decenas de escolares ucranianos con plaza gratuita en su Escola d'Estiu y un par de bebés en la infantil.

En el encuentro, celebrado en la Ciudad Politécnica de la Innovación, han participado los vicerrectores de la UPV de Investigación e Internacionalización, Belén Picó y José F. Monserrat, y la subdelegada del Gobierno Raquel Ibáñez, entre otras autoridades.