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La Audiencia Provincial de Madrid ha arrancado esta mañana el juicio contra un joven acusado de asesinar de una puñalada a un chico de 26 años durante una pelea en el municipio madrileño de Ambite, un crimen que habría sido alentado por sus padres.

El asesinato se produjo en agosto de 2020 en la Plaza Mayor de este pequeño municipio madrileño de 600 habitantes, próximo a la provincia de Guadalajara. Los vecinos acusaron a los padres, de nacionalidad brasileña, de permitir que sus hijos salieran de casa con dos cuchillos de grandes dimensiones.

En el banquillo se sientan desde este jueves el presunto autor material y su madre en calidad de inductora del crimen. El padre falleció cuando quedó en libertad provisional. En la sesión de esta mañana, la Sala ha conformado el jurado popular que tendrá que determinar si hay prueba suficiente para sustentar una condena contra los acusados.

El fiscal solicita 20 años de prisión para cada uno de ellos por un delito de asesinato, uno como autor y otro como inductor. En el asesinato habría participado el hermano del acusado, menor de edad en el momento de los hechos.

El menor cumple condena por homicidio en un centro de menores al reconocer ser el autor material de la puñalada mortal, han informado fuentes jurídicas. A los padres se les considera inductores del crimen, porque jalearon con gritos de «mátalo» a su hijo para que asesinara a la víctima.

En contra del fiscal, los procesados niegan la autoría. «Mi cliente es inocente», ha manifestado la abogada de la madre, quien ha expuesto en el informe previo en el juicio que no hay pruebas para enervar su presunción de inocencia frente al relato de los vecinos. Además, el abogado del otro acusado defiende que el autor de la puñalada no fue su patrocinado.

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Hechos juzgados

El acusado, según la Fiscalía, salió de su domicilio junto a su hermano menor de edad con dos cuchillos, uno en cada mano, acompañado de sus padres en dirección a la Plaza Mayor de Madrid.

Cuando transitaban por la calle Luna se encontraron con varios jóvenes con los que habían tenido previamente el conflicto a quienes su padre les dijo: «Venid ahora si sois tan gallitos». A continuación la madre les indicó mientras se acercaba al grupo: «esto en mi país se soluciona con cuchillos».

Entre el grupo estaba S. B. P., de 26 años de edad, que intentó mediar y calmar los ánimos. Sin embargo, el padre de D. C. S. comenzó a insultar y a pegar patadas, al tiempo que su madre alentaba a sus hijos para que los matara.

Fue entonces cuando ambos jóvenes empezaron a lanzar cuchilladas al aire en presencia de sus padres, que no cesaban de animarles, mientras se acercaban cada vez más a la víctima.

S. B. P. trató de quitarle los cuchillos de una patada a D. C. S., «provocando la caída del cuchillo grande al suelo», momento en el que su hermano le dio su navaja con la que lanzó una cuchillada al pecho de la víctima que, sin embargo, le alcanzó en el antebrazo derecho gracias a que lo puso en modo de defensa.

Seguidamente le propinó otra cuchillada que le alcanzó en el hemitórax anterior izquierdo y S. B. P. empezó a desangrarse. Poco más tarde falleció «por taponamiento cardiaco provocado por perforación cardiaca secundaria a herida por arma blanca».

En concepto de responsabilidad civil la Fiscalía reclama a los tres acusados una indemnización «en concepto de daños morales» a los padres del fallecido en la cantidad de 150.000 euros a cada uno de ellos, y a la hermana en la cantidad de 100.000 euros.