La vicelehendakari del Gobierno Vasco, Idoia Mendia, interviene en el congreso 'Workinlan Summit' en el Palacio Euskalduna de Bilbao | FERNANDO GÓMEZ-EUROPA PRESS

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La vicelehendakari segunda y consejera de Trabajo y Empleo, Idoia Mendia, ha defendido salarios que permitan «vivir con dignidad» y ha apostado por «dejar inercias» e impulsar políticas innovadoras para «avanzar en un empleo de calidad».

En el acto de apertura del WorkinLan Summit que se desarrolla en el Palacio Euskalduna de Bilbao, Mendia ha subrayado que el compromiso de su Departamento es contribuir a que la sociedad «progrese con cohesión social, sin dejar a nadie atrás». «Hacerlo con trabajo decente, seguro, igualitario. Hacerlo con oportunidades para todos. Porque el futuro más próximo estará lleno de dificultades, pero sobre todo va a estar lleno de oportunidades», ha agregado.

Según ha manifestado, hay que conseguir que esas oportunidades «alcancen a todas las personas y a todas las empresas». Tras insistir en que son «momentos complicados», ha recordado que en todas las generaciones anteriores siempre ha habido momentos de cambio que también «han alimentado miedos».

«Pero probablemente es ahora cuando se producen con mayor rapidez, y también cuando esos miedos se extienden a mayor velocidad. Y ante esos miedos, nos comprometemos a ofrecer soluciones», ha añadido,

En este sentido, ha defendido que los hombres y mujeres deben contar con salarios que les permitan «vivir con dignidad, con empleo con derechos y con la posibilidad de mejorar sus vidas».

Mendia ha asegurado que son necesarias «respuestas compartidas para construir el empleo que queremos en la Euskadi que seremos». Ha añadido que se está en «un punto de inflexión» y está pasando «mucho más» que una pandemia, que una guerra «injusta» y unas dificultades derivadas de la inflación, ya que se está «en una profunda transformación» en la que, sin dejar de atender esas «urgencias», no hay que limitarse a «poner parches».

Además de la «Gran Revolución provocada por las tres grandes transiciones», se suma en el tiempo una «Gran Jubilación», y una «Gran Paradoja», la de que «empresas buscan personal, y no lo encuentran, y personas que buscan un trabajo con el que poder vivir con dignidad, y no lo encuentran».

Empleo de calidad

En ese escenario, cree que hay que pasar a «la Gran Decisión» porque lo que hoy se haga y también lo que se deje de hacer «va a marcar el futuro como sociedad». "Y en esa Euskadi que queremos, el empleo
debe permitir disponer de un sueldo con el que satisfacer las necesidades elementales, con derechos, y con oportunidades de progreso profesional", ha manifestado.

Según ha indicado, su modelo de empleo es el que corresponde a una sociedad que apuesta por el progreso económico y la cohesión social.
«Las Administraciones, debemos ser la garantía de la cohesión y los propulsores de la transformación. Y necesitamos aliarnos con agentes privados y agentes sociales», ha dicho.

Innovar

Mendia ha defendido que solo alineados, los momentos de dificultad se podrán cambiar en oportunidades, «sin que nadie, ninguna empresa, ninguna persona, se quede descolgada». Para ello, cree que hay que «atreverse a innovar, a hacer apuestas distintas, alejarnos de las inercias».

En este sentido, ha recordado que en Euskadi en estos dos años se ha
explorado ya una veintena de programas innovadores y ahora se va a dar un «paso más», con el «doble derecho a la formación y aprendizaje a lo largo de la vida, y el de asistencia personalizada en su reciclaje formativo».

Según ha manifestado, es lo que van a hacer en la Ley de Empleo de Euskadi. «Esa es nuestra Gran Decisión inmediata, con vocación absolutamente revolucionaria, que apuesta por la capacitación de las personas, la inversión en el inmenso capital humano, en el mucho talento que tenemos que retener y atraer. Porque es ahí, en la inversión en el capital humano, donde se va a jugar la partida de la competitividad de los países», ha dicho.

A su juicio, todas las grandes transiciones requieren grandes inversiones en nuevas tecnologías, pero sobre todo "grandes
inversiones en las personas, en la calidad de su empleo« y esa será la »apuesta decidida" de su Departamento.

"Porque el empleo significa transformación social, a través del progreso que proporciona a las empresas, y significa inclusión social plena para la persona trabajadora cuando se desarrolla en
condiciones dignas: con salarios suficientes para sostener una vida independiente, que sea seguro, que tenga derechos y que sea igualitario", ha añadido.

Según ha manifestado, la calidad del empleo, no sólo la
cantidad, es la que define «el nivel de cohesión en una sociedad» e invertir en la calidad en el empleo es «un factor de competitividad para las empresas».

Por último, ha llamado arriesgar con nuevas políticas públicas «no ensayadas antes, con una nueva cultura empresarial y sindical, con nuevas actitudes para los tiempos que vienen». "Unos tiempos donde quien no se atreva a innovar, quien se quede en recetas antiguas, quedará
varado. Y es algo que no nos podemos permitir", ha manifestado.

Aburto

Por su parte, el alcalde de Bilbao, Juan María Aburto, ha advertido de que, «sobre un empleo débil, es imposible construir una sociedad fuerte» y ha defendido que tiene que el empleo ir acompañado de «salarios justos, que permitan llegar a fin de mes y construir proyectos de vida plenos y dignos».

Aburto ha apostado por mirar al futuro con optimismo, pese a los actuales «tiempos de incertidumbre», en los que el despegue económico esperado tras la pandemia «ha quedado interrumpido bruscamente» por la guerra y sus repercusiones humanas, económicas y sociales.

A ellas, ha apuntado, se añaden los «grandes desafíos» climáticos, demográficos y tecnológicos, que obligan a «actualizar ese espíritu de cooperación que permitió hace tres años hacer frente al coronavirus y desarrollar en un tiempo récord vacunas y recursos terapéuticos eficaces».

«Ese es el camino, el camino que nos debe apartar de las inercias de la confrontación y adentrarnos en un nuevo marco de colaboración y cooperación leal a todos los niveles, para identificar los nuevos retos del futuro y convertirlos en oportunidades de mejora para todas las personas», ha remarcado.

El alcalde ha incidido en que, «en ese camino hacia la dignidad, hacia una vida digna para todas las personas, el empleo adquiere una importancia fundamental» porque es «mucho más que trabajo y salario». «El empleo es un instrumento de crecimiento personal y social y de participación, y de él depende en gran medida el progreso de una sociedad en clave de bienestar y justicia social», ha subrayado.

En este marco, ha valorado que «la mejor política social es impulsar y garantizar un empleo de calidad, un empleo en el que cada persona pueda sacar lo mejor de sí mismo en beneficio de la comunidad».

En todo caso, ha defendido que tiene que ir acompañado de «salarios justos, que permitan llegar a fin de mes y construir proyectos de vida plenos y dignos». «Trabajar para vivir, trabajar para mejorar como personas, trabajar para avanzar todas y todos hacia la esperanza de un futuro mejor», ha insistido.

Según ha apuntado, «en el fondo, hablamos de colocar a las personas en el centro también del mundo laboral. El beneficio empresarial es legitimo y necesario pero no puede seguir siendo el único objetivo de la actividad económica».

«En el fondo, hablamos de derechos humanos y de valores, de esos valores vinculados a la solidaridad, la justicia social, el trabajo en equipo, el talento y la capacidad de innovar, la tolerancia y el respeto a la diferencia», ha manifestado.

«Ojalá seamos capaces de desterrar la palabra explotación del mundo laboral. Ojalá seamos capaces de establecer un nuevo paradigma basado en la cooperación, el talento y el beneficio humano», ha deseado.