El alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, y la consejera municipal de Infraestructuras, Patricia Cavero, junto a la consejera municipal de Hacienda, María Navarro, y la concejal de Vivienda, Carolina Andreu, | Europa Press - EUROPA PRESS

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La calle San Miguel de Zaragoza ha estrenado este miércoles su reforma integral que la ha convertido en una vía que ofrece más espacio para los peatones, sin barreras arquitectónicas, al ser de plataforma única, además de incorporar bancos, grandes maceteros que mejoran su calidad ambiental y estética, junto a una nueva iluminación.

El alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, y la consejera municipal de Infraestructuras, Patricia Cavero, junto a la consejera municipal de Hacienda, María Navarro, y la concejal de Vivienda, Carolina Andreu, han recorrido la calle para comprobar el resultado de los trabajos en los que el Ayuntamiento de Zaragoza, a través de la sociedad municipal Ecociudad, ha invertido 1.022.625 euros para potenciar su carácter comercial.

Durante el recorrido han saludado a comerciantes, vecinos y representantes de distintas asociaciones que se han acercado a la inauguración de esta céntrica calle.

Asimismo, han querido comprobar el confort de los bancos que están anclados sobre un bloque de hormigón y han permanecidos sentados un rato para elogiar el resultado.

Lo que se ve

El alcalde de Zaragoza ha comentado que «si había una calle con el firme especialmente lamentable era esta, que en un tramo tenía tráfico rodado que era una montaña rusa y era muy complicado transitar».

Después de un millón de euros de inversión ha cambiado de «forma radical» porque además es muy comercial y ahora las calles modernas están pensadas para los peatones para ser más seguras al reducir el número de vehículos lo que conlleva mejorar la seguridad vial, ha descrito.

Asimismo, cuenta con bancos y zonas verdes que hacen que sea una vía «más amigable y sostenible que en el pasado» porque también se reduce el consumo energía. «No hay que explicar lo que se ve y si tenemos en la cabeza lo que era la calle nos daremos cuenta de que se ha hecho un magnífico trabajo y es la vía por la que queremos seguir trabajando».

También se ha detenido a comentar las dificultades técnicas de la calles en la renovación de los servicios de saneamiento y abastecimiento de agua porque se ha tenido que excavar hasta 5,5 metros para renovar las tuberías y, en una calle tan estrecha, «ha sido especialmente complicado».

Las mejoras

La reforma se ha centrado en el tramo comprendido entre las calles Jerónimo Blancas y Comandante Repollés. La calzada y las aceras están situadas al mismo nivel, creando un espacio amplio y accesible para pasear. La plataforma única se ha pavimentado con losas grises e incorpora señalización podotáctil en tonalidades más oscuras para las personas con dificultades de visión.

Otro de los objetivos de la reforma ha sido introducir vegetación mediante grandes maceteros con arbustos y plantas de temporada, ya que la normativa de Bomberos impide la plantación de nuevo arbolado. Ello se debe a que la calle apenas tiene 7,5 metros de ancho y es necesario garantizar los espacios reglamentarios para desplegar escalas y que los servicios de emergencia puedan maniobrar.

Los nuevos macizos florales complementarán así los árboles que existen en los cruces, que se han conservado. Además cuentan con bancos integrados realizados en chapa de acero corten, hormigón y madera, una solución que ha permitido crear puntos de descanso a lo largo de todo el eje comercial que hasta ahora no había.

También se ha renovado toda la red de alumbrado público, lo que va a permitir reducir un 65 por ciento el consumo energético gracias a la instalación de tecnología led. Además se han eliminado las farolas de las fachadas ocasionaban luz intrusa en las viviendas.

Para dar prioridad al peatón y mejorar la seguridad vial, se han adoptado diferentes medidas que reducirán el tráfico de paso por San Miguel. Únicamente se puede circular entre Hermanos Ibarra y Sancho y Gil, mientras que el acceso entre ésta última calle y Santa Catalina queda restringido a los garajes autorizados. La calzada de los cruces se ha elevado para obligar a los vehículos a frenar cuando accedan a San Miguel.

Además el servicio de Movilidad ha cambiado el sentido de circulación de Sancho y Gil y el de Arquitecto Magdalena y Santa Catalina para facilitar el acceso a garajes desde la plaza de Los Sitios.