El presidente de la DPH, Miguel Gracia, el vicepresidente de Aragón, Arturo Aliaga, el presidente autonómico, Javier Lambán, la presidenta de Aragón, Marta Gastón, y representante de Astún, Jesús Santacruz, tras firmar el convenio. | Europa Press - EUROPA PRESS

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El presidente de Aragón, Javier Lambán, ha defendido la sostenibilidad del proyecto de la unión de los valles de Tena y del Aragón a través de las estaciones de esquí de Astún y Formigal, que ha remarcado que cuenta con el apoyo del territorio. «Difícilmente es posible encontrar un proyecto que tenga tanto apoyo en el territorio, donde es unánime», tanto social, como político.

Lambán se ha expresado así al abrir el acto en el que el vicepresidente del Gobierno de Aragón, Arturo Aliaga; la consejera de Economía y presidenta de Aramón, Marta Gastón; el presidente de la Diputación de Huesca, Miguel Gracia; y el director general de la Estación Invernal Valle de Astún, Jesús Santacruz, han firmado el convenio de colaboración para la unión de Astún y Formigal, en el Edificio Pignatelli, sede del Gobierno regional.

El jefe del Ejecutivo autonómico ha manifestado que la firma del convenio «significa el cumplimiento de un objetivo, yo diría de casi un sueño, que mi gobierno abrigó en la cabeza y el corazón desde nuestra llegada al Pignatelli en 2015».

«Queríamos fortalecer el sector de la nieve» y este proyecto convertiría a Aragón en el mayor dominio esquiable de España solo con la unión de estas dos estaciones, y en el número 30 del mundo, un posicionamiento que aún podría ir más allá, hasta el puesto 11, con la incorporación de Candanchú y Panticosa. El presidente ya ha adelantado que la firma del convenio con Astún y Candanchú podría sustanciarse la próxima semana.

El impacto económico incluiría el gasto directo, indirecto e inducido, que podría alcanzar los 50 millones de euros anuales en los tres primeros años de explotación.

Impecable

Lambán ha enfatizado en que el proyecto es «impecable» desde el punto de vista medioambiental y para disipar cualquier «duda, fantasma o espantajo», ha dicho que no habrá urbanizaciones, «ni usos desmedidos de las posibilidades del territorio, ni explotaciones abusivas de ninguna clase».

Respecto a la necesidad de mejorar las vías de comunicación, ha comentado que no sabe si serán necesaria, pero, en todo caso, «se ajustará estrictamente a criterios de sostenibilidad». Por otra parte, ha resaltado la implicación de los ayuntamientos de los valles, para sostener que la parte crítica «es muy minoritaria tanto social, como políticamente en la comunidad autónoma.»

En este punto, ha asegurado que no le preocupa las acciones que se puedan emprender contra el proyecto porque «estamos tan convencidos de que estamos haciendo lo correcto, lo quiere la mayoría de la sociedad y la política, de que desde el punto de vista medioambiental y de respeto a la biodiversidad el proyecto es imbatible».

A finales de 2025

El presidente regional ha recalcado que el propósito es que a finales de 2025 la unión de estaciones «esté concluida» y pueda comenzar a utilizarse.

«Las ventajas son absolutamente innumerables, empezando por las puramente medioambientales, como la eliminación de CO2 por la reducción del tránsito de vehículos entre las estaciones», «pero lo más relevante es la apuesta que esto significa para el vigor, fortalecimiento y vitalidad del territorio del Pirineo», ha esgrimido.

«Pretender que las gentes vivan en el Pirineo sin medios de vida es incoherente» y, frente a eso, este proyecto pretende «invertir, generar empleo, fijar población y hacer de Aragón un espacio de atracción para el turismo en general y para el turismo de esquí en particular».

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Ha detallado que la inversión rondará los 34 millones de euros, 26 de ellos aportados por fondos europeos y el resto por el Gobierno de Aragón. La Diputación de Huesca será quien licite la obra, mientras que Aramón promoverá el PIGA, la declaración de interés general y de interés autonómica. El primero incluirá el estudio de impacto ambiental.

«Es un día feliz porque cumplimos un objetivo que tiene mucho que ver con la diversificación de la economía aragonesa, a la que aspiramos con el fortalecimiento de nuestras capacidades de competir en muchos sectores y qué zonas llamadas a la decadencia, como podría ser la montaña, reviertan su tendencia histórica y se fortalezcan, sean más apetecibles para que la gente se quede en ellas y, a ser posible, para que vaya más gente a vivir en ellas», ha argumentado Lambán.

Clave para el turismo

Por su parte, el vicepresidente del Gobierno de Aragón, Arturo Aliaga, ha dicho que el impulso del sector de la nieve es «clave» para el desarrollo del turismo en comunidad autónoma, el subsector «más importante en economía e impacto territorial». «Éste es un proyecto serio y sostenible para crear un destino rural de fuerza y con el parámetro de la sostenibilidad como base», ha sintetizado.

La consejera de Economía y presidenta del grupo Aramón, Marta Gastón, ha subrayado que el proyecto mejorar la competitividad y garantizará el futuro al sector. Ha especificado que la telecabina recorrerá 4,3 kilómetros entre Formigal y Astún, tardará menos de 15 minutos en realizar su recorrido, y tendrá capacidad para 2.400 personas cada hora.

Ha añadido que, a partir de la unión de estaciones, se prevé un aumento, en solo tres años, del 9 por ciento del número de esquiadores-visitantes, que se situaría alrededor de 125.000.

Impulso al proyecto

El presidente de la DPH, Miguel Gracia, ha manifestado que han presentado este proyecto a los fondos europeos «cuando el Gobierno de Aragón entendió que era fundamental para el territorio y así se nos solicitó en septiembre de 2021 ya que desde la administración autonómica no era posible; solo desde la administración local se podía presentar y la única que abarca todo el ámbito del proyecto es la DPH».

Esta infraestructura de transporte de cable «deberá conllevar la reversibilidad de la misma», no se ejecutará ninguna obra que no cuente las garantías medioambientales y no se licitará la obra «hasta que todo el procedimiento administrativo previo esté resuelto», ha glosado.

Miguel Gracia ha expresado «el mayor respeto absoluto» a todos los que no son partidarios de este proyecto y, sobre todo, a los que mantiene esa posición residiendo en el territorio, para añadir que comparte y comprende la inquietud del cambio climático, si bien «parte importante de las actuaciones en los dominios esquiables vienen dadas como consecuencia del mismo».

A colación, ha esgrimido que los habitantes de la zona son los principales afectados del cambio climático, si bien es en quien «se focaliza y fiscaliza cualquier planteamiento de desarrollo en sus territorios bajo premisa del calentamiento global».

Ha valorado el respaldo unánime de todos los municipios, comarcas y representantes empresariales a este proyecto «que pretende mantener la economía y, por tanto, la presencia y vida en esos valles», un territorio «que aun sin olimpiadas, ni fondo europeos necesita inversiones para que Aragón no deje de figurar en el máximo nivel como destino turístico de esquí de España», ha concluido.

Por su parte, el director general de la Estación Invernal Valle de Astún, Jesús Santacruz, ha puesto el acento en la atracción de empleos de calidad, pues en las estaciones de esquí la tecnología avanza rápidamente y precisarán informáticos, electrotécnicos, ingenieros, financieros, gestores, administrativos.

Además de los firmantes de este convenio, se contempla la posible adhesión de los ayuntamientos de los municipios afectados mediante la firma de cartas de adhesión, como Sallent de Gállego, Jaca, Canfranc y otros.