Bisontes en la finca de El Encinarejo, en Andújar | JUANDE ORTIZ

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La Sierra de Andújar (Jaén) se ha abierto a la conservación del bisonte europeo. Lo ha hecho mediante un proyecto puesto en marcha con 18 ejemplares procedentes de Polonia que llegaron en noviembre de 2020 y que se han aclimatado al terreno hasta el punto de que ya se da por concluido el período de adaptación y se mira a la próxima primavera con la esperanza de cerrar el círculo y lograr la reproducción de esta especie que campa a sus anchas por más de 1.000 hectáreas acotadas.

Así lo ha indicado a Europa Press uno de los responsables del proyecto y del Centro de Conservación en España del bisonte europeo, Fernando Morán, que ha señalado que «los bisontes llevan dos años y dos meses» en la finca privada de El Encinarejo, en pleno corazón de la Sierra de Andújar. Morán ha indicado que el segundo año «han estado mucho mejor que el año anterior» y «el periodo de adaptación se ha acabado».

Es precisamente en El Encinarejo donde se está llevando a cabo un proyecto de conservación asociado a una investigación liderada por la iniciativa privada. En dicha finca se está apostando por una gestión natural del espacio integrando conservación con usos sostenibles del espacio como el ecoturismo o la caza. De esta forma, conviven ciervos y gamos, conejos, perdices, linces, águilas imperiales y una representación de la fauna de la pradera.

En todo este tiempo que llevan en la Sierra de Andújar «no han tenido procesos de enfermedades y en principio todo está como debe estar». Por el momento, no ha habido partos. No es una especie que se reproduce en abundancia y como ha señalado Morán, la escasez de lluvias y las altas temperaturas, han llevado a que el pasado año «no haya sido el mejor para criar y lo han detectado».

A ello se suma que la población de hembras que desembarcó en Andújar era joven, de ahí que se mire a la próxima primavera como la época que podría concluir con los primeros partos después de una temporada de celo en septiembre que ha sido «increíble, con mucho encuentro».

A Andújar llegaron procedentes de Polonia 18 bisontes, 12 hembras y seis machos. En 2021 nació en El Encinarejo el primer bisonte de una hembra que ya venía preñada. Hasta la fecha se han muerto dos hembras y un macho. De los fallecimentos, dos han sido por peleas y un tercero por una malformación congénita.

Actualmente en España la población de bisontes suma 170 ejemplares, 20 más que en 2021. Los bisontes están repartidos entre parques zoológicos y núcleos zoológicos de diversa entidad, algunos con cientos de hectáreas a su disposición. Ahora, mismo en la Junta de Andalucía, desde el pasado mes de agosto, ya hay registrada otra solicitud para otro proyecto de conservación de bisontes en la Sierra de Andújar y que se desarrollaría en otra finca cercana a El Encinarejo, aunque no colindante.

«Se trata de otro proyecto de núcleo zoológico. Es una autorización para hacer conservación de la especie, sin ningún otro fin. Estamos a expensas de que la Junta lo autorice», ha explicado Morán. Por lo pronto, en agosto de 2022 ya estuvieron recorriendo la finca cinco personas de una delegación polaca y la idea para este segundo proyecto de conservación es que el origen de los bisontes sea mixto, entre Polonia y España.

Hasta el momento, la experiencia de conservación del bisonte en Andújar es «más que positiva», teniendo en cuenta que «el reto era importante» ya que «lo bisontes se enfrentaban a condiciones climátológicas radicalmente opuestas a las de origen».

«Estábamos convencidos de que la especie podía vivir en estos entornos porque hay registro fósil de sus antepasados viviendo en condiciones climatológicas similares, pero tenían que demostrar esa adaptación y considerando otras reintroducciones de bisontes, la valoración es muy positiva», ha dicho Morán, que ha subrayado que ahora mismo, lo que hace falta es «una reproducción completa aquí», aunque se muestra convencido de que «la próxima primavera que viene lo tendremos».

Este proyecto, según Morán, simboliza el resultado del esfuerzo y trabajo de muchas personas por la conservación mundial de esta especie, que se desarrolla en toda Europa y en España «con fuerza» y de forma privada, sin ayuda oficial.

El Gobierno de Polonia a través del Polish State Forest preparó en otoño de 2020 una manada de ejemplares seleccionados por su genética para aportar la máxima variabilidad al proyecto que se iba a iniciar en Andújar. De hecho, con los ejemplares que se seleccionaron en su momento se espera que no se necesiten variables sanguíneas nuevas en un periodo de entre cinco y seis años.

Desde su llegada se está realizando un seguimiento intensivo de la adaptación de la especie a la Sierra de Andújar y viceversa. Cámaras de foto-trampeo, GPS, estudio de uso del hábitat por drones y muchas horas de observación para conocer la interacción del bisonte europeo con encinas, linces, buitre negro, águila imperial.

Se prevé que el bisonte mejore los procesos naturales de la dehesa mientras tiene la oportunidad de vivir en un área lo suficientemente grande como para desarrollar su propia biología de forma natural. Además, se pretende contribuir a la conservación de ese herbívoro y la posibilidad de que se aleje un poco más de la extinción.

Aún no hay legislación para que el bisonte pueda ser fauna salvaje en libertad en España, aunque en 2021 fueron más de 50.000 personas las que apoyaron y solicitaron al Ministerio de Medio Ambiente que se le diera una legalidad a este animal acorde a la normativa europea Red Natura 2000.

Según Morán, los animales se han adaptado al medio, pero también el medio está respondiendo de forma adecuada a estos grandes herbívoros que ya habitaron la península ibérica durante 1,2 millones de años. De hecho, la península fue su «reservorio durante todas las glaciaciones». No obstante, los últimos fósiles apuntan a hace más de 10.000 años. Las pinturas rupestres dieron cuenta de ellos y ahora desde Andújar se está intentando dar una nueva oportunidad a esta especie.