Archivo - Panorámica de la ciudad de Barcelona, en Barcelona/Catalunya (España) a 30 de enero de 2020. | David Zorrakino - Europa Press - Archivo

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El 17,2% de los menores en Catalunya --más de 240.000-- vive en hogares que «no pueden mantener una temperatura adecuada en invierno» porque no disponen de calefacción o no pueden afrontar los gastos de electricidad y gas, según un estudio realizado por Save the Children.

La organización critica que «el bono social no está llegando a todas las familias que lo necesitan» y ha destacado que las familias numerosas tienen más riesgo de infrautilizar la energía y estar en una situación de pobreza energética escondida, en sus palabras.

Por ello, propone reformarlo para que se otorgue automáticamente a familias que están por debajo del umbral de la pobreza independientemente de la compañía eléctrica con la que tengan el contrato y convertir en permanentes ayudas temporales.

También habilitar espacios en los que tramitar las cuestiones informativas y de prestación y, a medio plazo, apostar por la rehabilitación de edificios.

Asimismo, la entidad ha valorado «muy positivamente el escudo social energético» del Gobierno, si bien ha insistido en que --textualmente-- se puede hacer más.

Salud física y mental

Save the Children ha calificado de «desproporcionado» el impacto de la pobreza energética en la infancia y adolescencia --especialmente en los primeros años de vida-- al considerar que los menores pasan más tiempo en casa que los adultos.

«Los niños siempre son los que salen más malparados», ha avisado el director de la entidad, Antoni Pérez, quien ha avisado que esta situación provoca problemas respiratorios e impacta en su salud mental.

La organización también vincula la precariedad energética con riesgos en materia de seguridad, al considerar que intentar mantener el hogar caliente puede provocar incendios y otros accidentes.