Caturla (chaqueta marrón) en el juicio por los 'zombies' | Rober Solsona - Europa Press

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Máximo Caturla, ex secretario autonómico de Educación y ex consejero delegado de Ciegsa, ha defendido su trabajo en Ciegsa y ha negado un pacto con el expresidente de la Diputación y del PP de la provincia de Valencia Alfonso Rus sobre contratos en la empresa pública: «¿Qué pinta ahí alguien que en ese momento, por decirlo de alguna manera, era alcalde de su pueblo?».

Caturla, quien se enfrenta a 12 años de prisión --tal y como le reclama el fiscal-- se ha pronunciado así en su declaración, en calidad de acusado, en las piezas B y F del caso Imelsa, que suma 25 acusados, entre ellos Rus --quien también fue alcalde de Xàtiva (Valencia), el exsubdelegado del Gobierno en Valencia Rafael Rubio y el exgerente de Imelsa y autodenominado 'yonki del dinero' Marcos Benavent.

El acusado --el primero que ha querido responder a las preguntas formuladas por el fiscal-- ha explicado que fue consejero delegado de Ciegsa desde diciembre de 2004 hasta que cesó en julio de 2007, así como secretario autonómico de Educación desde 2003 a 2007. Fue también miembro del Consejo de Administración de Imelsa y vicepresidente tercero de la Diputación de Valencia en 2007.

Ha indicado que conocía a Rus «por la política», probablemente desde 2003: «En esos momentos los municipios necesitaban colegios y los alcaldes, entre ellos Rus, se reunían con nosotros para saber si se podían hacer», ha expuesto. A Benavent no lo conoció hasta que estuvo en la Conselleria de Educación, en 2004-05.

Para efectuar nombramientos en Ciegsa, el acusado se ha respaldado en recursos humanos y en el despacho de Broseta y ha asegurado que no necesitaba la autorización de Rus para nombrar a personal: «Pues no», ha contestado.

En esta línea, ha afirmado que no había ningún pacto con Rus en relación con la contratación: «No tiene absolutamente nada que ver Rus con Ciegsa, ni en la contratación ni en nada. ¿Qué pinta, entre comillas, alguien que en ese momento, por decirlo de alguna manera, era alcalde de su pueblo?», ha interpelado.

Caturla ha negado la existencia de 'zombies' en Ciegsa, al menos en la etapa en la que él fue consejero delegado. Preguntado por uno de los supuestos 'zombies' contratado como alta dirección, el acusado ha indicado que los contratos «los realizaba y diseñaba Broseta y son contratos de alta dirección porque lo dice Broseta, que es quien tipifica la forma del contrato. Ni yo ni nadie de la comisión ejecutiva, sin formación jurídica suficiente, decide este tipo de contratos», ha insistido.

Preguntado por otro de los 'zombies' que manifestó en el juicio que estuvo en Ciegsa durante un año aproximadamente y luego trabajó para el PP, el acusado ha aseverado que éste trabajó en Ciegsa en el tiempo en el que él fue consejero delegado: «Lo que hizo después con el siguiente consejero delegado no es mi responsabilidad, a mí se me escapa. La responsabilidad del periodo siguiente no es mía. En mi periodo de tiempo trabajó porque yo lo veía», ha expuesto.

Otro de los supuestos 'zombies' contratados como auxiliar administrativo «salió de la bolsa», ha dicho. «Estaba en la bolsa y cuando se necesitaron auxiliares administrativos, se le cogió. Se le hizo una entrevista, la jefa de Recursos Humanos hizo un informe de contratación y a mí me pasaron la documentación para dar el visto bueno cuando ya estaba todo enfocado», ha explicado.

En relación con otra supuesta 'zombie', Caturla ha señalado que parece que hubo algún error en contratación porque en el momento en que se efectuó el contrato estaba como consejero delegado Esteban González Pons: «Me choca mucho el concepto del contrato, la fecha... y no sé si lleva mi firma», ha señalado.

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El acusado ha expuesto que solía ir a la Conselleria de Educación casi todos los días, aunque también estaba en Ciegsa y mantenía diferentes reuniones. En ese tiempo veía a los trabajadores, «aunque muchos de ellos salían de las oficinas a las obras y no estaban siempre en la entidad», ha dicho.

Contratada por rubio

En la sesión de este lunes también ha declarado otra acusada, María Teresa Gimeno, quien antes de comparecer ante el tribunal ha tenido que salirse de la sala unos minutos porque estaba indispuesta. A preguntas de su abogado, ha manifestado que entró en Imelsa por el exsubdelegado de Gobierno en Valencia y exdiputado (PSPV) Rafael Rubio, a quien conoció en una campaña electoral.

Según ha explicado, Rubio le propuso un trabajo «fácil» en Imelsa, durante «unos pocos meses», y le gustó, con lo que aceptó. «Trabajaba en la Diputación por las tardes y no se me exigió fichar. Coincidía con Carolina, Juan y el secretario de Rubio. Hacía lo que me mandaba Rubio, como coger el teléfono o revisar la prensa para ver si encontraba algo de los municipios o los colegios», ha señalado.

Otro de los acusados que ha declarado este lunes ha sido Juan Antonio Sanz, quien ha explicado que fue contratado como asesor del exvicepresidente de la Diputación Juan José Medina y para llevar las redes sociales de la empresa.

Ha señalado que fue Benavent, durante un almuerzo, quien le propuso el puesto porque sabía que era una persona «muy activa en redes sociales». En ese momento Rus estaba a su lado: «Estábamos todos pero quien me lo propuso fue Benavent», ha aclarado.

Así mismo, ha explicado que estuvo físicamente en Imelsa algo menos de un mes, en un despacho al lado del de Benavent y, ante la falta de espacio, tras ello se fue físicamente a Diputación.

Como asesor de Medina, ha señalado que entraba a trabajar entre las 8 y las 9 hasta las 15 horas y su empleo dependía de lo que le decía el exvicepresidente o su gabinete. Por otro lado, para llevar las redes tuvo que comprare un móvil --ha expuesto-- y ha aseverado que publicaba cosas de lunes a domingo, «incluso podían ser las 00 horas», ha dicho. «Iba a trabajar y hacía más horas de las que me tocaba», ha subrayado.

Preguntado por qué no ha podido aportar ningún documento que justifique las redes sociales que llevaba en Imelsa, el acusado ha afirmado que lo intentó pero que le dijeron que los perfiles habían sido cerrados y no se podían recuperar las claves. «Los pedí y me dijeron que nada», ha apostillado.

Durante el juicio ha declarado también el exdiputado del PP Salvador Enguix, quien presuntamente certificó trabajos de 'zombies'. Preguntado por estos certificados, ha explicado que «normalmente» leía todos los documentos que le pasaba su secretaria pero «podía haber momentos de prisa o lo que sea y no lo hiciera», ha puntualizado. De haber sido que esos empleados no trabajaron, no habría firmado los certificados, ha concretado.

Ha señalado que «nunca» pidió a Benavent la contratación de nadie y, además, «nadie» le comunicó que le iban a asignar a ningún asesor: «En ningún momento», ha apostillado.