Dos agentes de Guardia Civil asisten al desalojo y derribo del asentamiento chabolista de El Walili en Níjar (Almería). | Rafael González - Europa Press

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Los representantes de Podemos y Por Andalucía que se han desplazado este lunes hasta el asentamiento chabolista de El Walili, en Níjar (Almería) ante el inicio de los trabajos para desmantelar el poblado y realojar a sus moradores han criticado las condiciones en las que se ha desarrollado el dispositivo al entender que este ha priorizado la demolición de las infraviviendas y no la atención a las personas afectadas.

«Hay 60 guardias civiles y una trabajadora social, creo que la cosa habla por sí sola sobre cuál es la prioridad del dispositivo», ha indicado a los medios el diputado autonómico de Por Andalucía José Manuel Gómez Jurado, quien ha asegurado que los ocupantes del asentamiento están «asustados» porque «no saben a dónde los van a llevar».

«Les están destrozando las casas, están a la intemperie pasando frío, sin saber nada del protocolo», ha trasladado Gómez Jurado, quien ha detallado que ha habido personas que han pasado la noche en sus chabolas antes de la llegada de la maquinaria que ha comenzado a demoler el poblado, en el que además se ha registrado un incendio que se ha saldado sin heridos.

No obstante, y al igual que el diputado de Podemos en la Asamblea de Madrid y secretario de Políticas Antirracistas de la dirección estatal de la formación morada, Serigne Mbayé, ha afeado la falta de información recibida por los afectados, quien estaban «inseguros» al desconocer «a dónde» iban a ser trasladados y qué va a pasar después con ellos.

«La gente no se fía porque el Ayuntamiento no ha cumplido con lo que dijo», ha añadido Mbayé, quien también ha incidido en la falta de «servicios sociales» en la zona del desalojo a la que han llegado dos autobuses preparados para efectuar el traslado de los morados junto con «funcionarios intentando convencer a los chicos para llevarlos» a la zona de acogida.

Así, ha detallado que la mayor parte de los moradores del Walili no han querido moverse de la zona hasta conocer las condiciones de realojo, al tiempo que se han quejado de la falta de recursos habitacionales alternativos así como la baja disposición para alquilar viviendas en la zona, cercanas a sus lugares de trabajo, ante la falta de recursos para el transporte.