Archivo - Fachada del Ayuntamiento de Níjar (Almería) | Europa Press - EUROPA PRESS - Archivo

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El Ayuntamiento de Níjar (Almería) derivará el próximo lunes a un centro de acogida de emergencia y derivación a los moradores del asentamiento chabolista de El Walili que pidan una solución habitacional ante el proceso iniciado por el Consistorio para derribar el poblado en el que, según algunas organizaciones, se encuentran cerca de 500 personas.

En un comunicado, el Consistorio ha ratificado su voluntad de llevar a cabo el desalojo, avalado mediante auto judicial de 26 de enero, con la colaboración de varias ONG que «han venido participando en el diseño del programa de soluciones habitacionales transitorias».

Conforme a los planes municipales, el Ayuntamiento llevará a este centro de acogida de emergencia y derivación a los moradores, a quienes «se les facilitará alojamiento y manutención en tanto se reevalúa individualmente cada caso».

Este «proceso intermedio» podría derivarse, conforme las previsiones iniciales, «hasta un máximo de dos meses». Su objetivo es realizar «estudios personalizados» con los que «elaborar el itinerario de integración de cada individuo antes de su derivación a una solución habitacional transitoria de alquiler».

Para ello, se prevé que intervengan «todos los recursos municipales disponibles» que, según el gobierno local que lidera la socialista Esperanza Pérez, «garantiza la capacidad suficiente para las personas identificadas como moradores».

En el manual de realojo para la primera fase de la actuación con los moradores de El Walili, sobre el mismo poblado chabolista, participarán «técnicos en asistencia psicológica y de mediación, personal sanitario, bomberos y Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado», según ha indicado el Consistorio.

El Ayuntamiento confía «plenamente» en el trabajo que desde 2021 se desarrolla por los distintos implicados, «cuyo único fin ha sido y es mejorar las condiciones de las personas que se han visto abocadas a vivir en situaciones infrahumanas».

Asimismo, mantiene su compromiso para «trabajar diariamente en la evolución de las condiciones de integración, desde la perspectiva de que la verdadera lucha pro derechos humanos no es contar el número de personas que hay en un asentamiento, sino ayudarles a salir de ellos poniendo a su disposición una oportunidad digna», han afirmado.