El expresidente de la Diputación y del PP de la provincia de Valencia Alfonso Rus (3d), y el exgerente de la empresa pública Imelsa, Marcos Benavent (1d), en el juicio de los 'zombies' | Rober Solsona - Europa Press

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Marcos Benavent, exgerente de Imelsa y autodenominado 'yonki del dinero', ha respaldado al expresidente de la Diputación y expresidente del PP de la provincia de Valencia Alfonso Rus y ha negado que éste le ordenara contratar a alguien en la extinta empresa pública, al tiempo que ha asegurado que no conocía la existencia de 'zombies' en la entidad: «Si hubiera sabido que había gente que no iba a trabajar, habría dimitido».

Benavent se ha pronunciado así en su declaración en el juicio que se sigue en la Audiencia de Valencia por las piezas B y F del caso Imelsa, por las que se enfrenta a nueve años de prisión, tal y como le reclama provisionalmente el ministerio fiscal.

El exgerente, quien solo ha respondido a las preguntas de las defensas y de su letrado, el penalista Juan Carlos Navarro, ha afirmado que, pese a lo que mantiene la Fiscalía Anticorrupción --con quien estuvo colaborando durante varios años y dando detalles de la presunta trama corrupta--, no ha pertenecido a ninguna organización criminal junto a Rus, su jefe de gabinete Emilio Llopis o el ex secretario autonómico de Educación y exconsejero delegado de Ciegsa Máximo Caturla.

También ha afirmado que ninguna de estas tres personas --Rus, Llopis o Caturla-- le ha pedido que contratara a alguien para la empresa pública e, interpelado por si ha contratado a alguna persona para su propio interés o del PP, ha respondido: «No, que yo sepa, no».

Benavent, que ha justificado los pluses de productividad que se pagaron en Imelsa, ha indicado que él solo firmaba los contratos pero no sabía dónde se encontraban los asesores físicamente: «Podían estar en la Diputación perfectamente», ha comentado. Tampoco supervisaba el trabajo de los asesores. «Dábamos por hecho que todos trabajaban. No pensábamos que no iban a trabajar. No tenían un lugar físico en Imelsa», ha repetido.

En esta línea, ha negado que conociera algún tipo de irregularidad en las contrataciones y ha resaltado que «nunca nadie», ni ningún sindicato ni partido político «se ha quejado». «Si hubiera ocurrido eso y hubiera sabido en ese momento que había gente que no iba a trabajar en Imelsa, hubiera presentado mi dimisión», ha apostillado. «No hubo ninguna tacha en todos los años que estuve. Ni por parte de Intervención ni de Auditoría ni de Secretaría», ha señalado.

Benavent, quien ha explicado que en Imelsa se justificaban «todas» las dietas, ha indicado que se encargaba de evaluar a altos directivos y que fueron pioneros en evaluar la productividad: «Yo les evaluaba a ellos y lo comentaba con el consejero delegado», ha puntualizado.

Los pendrives

A Benavent se le ha preguntado también por los pendrives que fueron entregados a Fiscalía por parte de su exsuegro Mariano López y la exdiputada de EU y consellera de Participación, Rosa Pérez, que originaron el procedimiento.

Al respecto, ha manifestado que el disco duro del ordenador que entregó su exsuegro a Fiscalía, así como el pendrive, era de su propiedad y ambos lo usaban para descargar películas y descargar las grabaciones que efectuó durante varios años a amigos y compañeros de trabajo.

Sobre las grabaciones, Benavent ha insistido en que las manipulaba, las «cortaba y pegaba», y ha acusado a su exsuegro de sustraerle este material y usarlo para sacar rédito político perjudicando a su defensa entregándolo a Fiscalía y a periodistas.

Cuando se separó de su mujer, el acusado ha explicado que los dispositivos que grababa se quedaron en el domicilio de su exmujer y que no le permitieron recuperarlos. Ha dicho que no autorizó «nunca» que su exsuegro, el fiscal o la Guardia Civil utilizara este material «personal», como tampoco autorizó «nunca» el registro al despacho de su anterior de letrado.

Durante el juicio se han podido escuchar y visualizar las declaraciones que Benavent ha ido prestando a lo largo de la instrucción del procedimiento, en los momentos en que colaboraba con la Fiscalía y desgranó una trama corrupta en Imelsa que salpicaba a Rus. Unos meses antes en que tuviera lugar el primer juicio de la causa, por Thematica, cambió de abogado y también su estrategia de defensa: se desdijo y aseguró que sus grabaciones estaban manipuladas y que no se produjeron irregularidades. Esta última versión es la que ha mantenido hoy.

Tras escuchar las grabaciones, el 'yonki del dinero' ha manifestado que su anterior letrado quería que «se salpicara a Rus, Llopis y al PP»: «Decía todo eso porque era lo que me indicaba mi abogado. Yo no me encontraba bien mentalmente y me pedía que salpicara a todo el mundo. Me decía que así me reducirían las penas y no entraría en prisión», ha comentado.

"no tengo competencia"

En la sesión de este jueves ha declarado también Emilio Llopis, exjefe de gabiente de Rus, quien ha manifestado que no tenía ninguna competencia en contratación: «No podía contratar a nadie y menos a un señor que va de asesor de la oposición. Tampoco dí ninguna orden de contratar a nadie porque no entraba dentro de mis competencias», ha repetido.

En esta línea, ha señalado que «por supuesto» que no hubo 'zombies' en la Diputación de Valencia y, de haberlos habido o sabido, «se hubieran denunciado. Es obvio», ha señalado.