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El jefe de la Oficina del Plan Piloto para Implementar la Renta Básica Universal de la Generalitat, Sergi Raventós, ha defendido su impulso porque prestaciones como el Ingreso Mínimo Vital (IMV), del Gobierno, y la Renta Garantizada de Ciudadanía (RGC), del Govern, no han acabado con las tasas de pobreza.

Raventós lo ha dicho durante el acto 'Renda Bàsica Universal: metodologia, perspectives i expectatives' que ha organizado este lunes la Universitat Pompeu Fabra (UPF) y que ha presidido el rector de la universidad, Oriol Amat.

Raventós ha recordado que trata de una prueba piloto de la Renta Básica Universal (RBU) en Catalunya que prevé contar con una muestra de cerca de 5.000 personas --han descartado incluir población de grandes ciudades-- que se dividirán en dos grupos.

El primer grupo lo formarán ciudadanos seleccionados de forma aleatoria, quienes recibirán la renta universal, y el segundo grupo de ciudadanos no recibirán ninguna ayuda, para estudiar el impacto de la medida en las economías de los perceptores.

Según Raventós, esta medida «acabaría con la pobreza» y, además, ha remarcado que empoderará a la ciudadanía porque la dotará de una mayor libertad, sobre todo entre la población joven que no puede desarrollarse debido a dificultades económicas.

El acto también ha contado con la participación de la miembro del Instituto Catalán de Evaluación de Políticas Públicas (Ivàlua) Anna Segura y el investigador del MIT Jaume Vives-i-Bastida.