El consejero de Hacienda y Economía del Gobierno Vasco, Pedro Azpiazu, interviene durante una sesión plenaria en el Parlamento Vasco, a 9 de diciembre de 2022, en Vitoria-Gasteiz, Álava, País Vasco (España). | Iñaki Berasaluce - Europa Press

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El consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu, ha afirmado que, en principio, descarta la recesión económica y cree que hay «pequeños indicadores» que «dan cierta posibilidad a la esperanza y al optimismo», de manera que espera que Euskadi siga creciendo el próximo año, aunque de manera «más moderada».

En una entrevista a Radio Euskadi, recogida por Europa Press, Azpiazu confía en que el PIB vasco crezca el próximo año en torno al 2% y ha apuntado que el contexto económico, donde siguen las «turbulencias e incertidumbres», está «mejorando de alguna manera».

Azpiazu ha indicado que hay muchos organismos e incluso Confebask ha trasladado que posiblemente no se produzca esa recesión que se consideraba «muy probable unos meses atrás».

A su juicio, hay «pequeños indicadores» que «dan cierta posibilidad a la esperanza y al optimismo». Azpiazu ha asegurado que la economía, aunque va a crecer menos que en 2022, va a seguir creciendo en 2023 y va a ser un crecimiento «más moderado» pero «capaz de generar incluso empleo», por lo que es «un dato positivo» y mantienen, de momento, sus previsiones basadas en información económica «sólida».

El consejero ha afirmado que, en principio, descartaría la recesión. «Basta que diga esto para que ocurra algo pero, en principio, yo descartaría la recesión. Olentzero nos tiene que echar una mano para que efectivamente podamos rechazar esa recesión y que la economía funcione bien», ha dicho.

Presupuestos

Por otra parte, Azpiazu ha manifestado estar «muy satisfecho» por la aprobación de los Presupuestos vascos y ha destacado que es un «trabajo importante pensando en las necesidades de la ciudadanía y en la situación económica y el entorno».

El consejero ha recordado que han incluido 39 millones adicionales al proyecto inicial como «muestra de la buena voluntad» que tenía el Gobierno para llegar a acuerdos, pero los grupos parlamentarios «no quisieron entrar en el proceso negociación hacia una senda razonable» y que era aceptarles una serie de enmiendas que «encajarán» con las competencias del Gobierno y que fueran «consistentes con los recursos disponibles».

«No fue posible y, de las enmiendas que habían presentado todos los grupos, aceptamos aquellas que considerábamos que eran coherentes con las políticas del Gobierno para dar esa muestra de buena voluntad», ha indicado Azpiazu que ha citado, entre otras, las ayudas al transporte o las inversiones adicionales a Osakidetza o Educación.

Según ha destacado, se ha «complementado un poco» el presupuesto y, ante el hecho de que no haya sido posible el acuerdo con la oposición, no habla de decepción y ha asegurado que «cada uno tiene su estrategia, sus intenciones» y la del Gobierno era «llegar a un acuerdo y pactar una serie de enmiendas para buscar un apoyo más importante al presupuesto».

A su juicio, las propuestas que hicieron los grupos eran «propuestas para no aceptar». «Nos parecía muy difícil aceptar más de 400 millones de euros y, sobre todo, en cuestiones que eran ajenas al propio Presupuesto. Se reflejaba un poco esa no voluntad y cuando intentamos reconducir un poco las partidas hacia lo que era viable, nos dijeron que no», ha añadido.

Azpiazu cree que habrá motivos electorales o de «más o menos valentía», hacia los que ha mostrado su respeto, pero cree que, en el fondo, «no querían ese acuerdo».

Sobre el hecho de que EH Bildu haya apoyado las Cuentas del Estado y las de Navarra y no las de Euskadi, Azpiazu ha indicado que en la comunidad foral están «en otra clave política» y en Euskadi «la clave política es estar en contra de lo que haga el Gobierno, no así en Madrid o en Navarra, donde han planteado cuantías mucho más pequeñas y menos condiciones».

«Allí, sí que eran necesarios para el presupuesto y aquí que no lo eran, curiosamente es donde más exigían, deja en evidencia la falta de voluntad», ha apuntado.

Ante la partida ofertada a PP+Cs sobre las escuelas concertadas, ha asegurado que «lo sabía todo el mundo» y «no ofrecieron nada para romper nada». «Ofrecimos una partida adicional a la que ya estaba en el presupuesto», ha precisado Azpiazu que ha asegurado que «no había trampa ni cartón» y «otra cuestión son las poses que adoptaron algunos parlamentarios y, sobre todo, alguna parlamentaria diciendo que se había colmado un vaso».

El consejero ha afirmado que no ofrecieron «nada ni a espaldas de nadie ni en contra de ninguna ley» sino que lo que se hizo fue ofrecer una «cantidad adicional a lo que ya estaba presupuestado» y cree que hubo «sobreactuación» por parte de Elkarrekin Podemos.

En relación a los remanentes existentes, Azpiazu ha señalado que se utilizan para las necesidades que el Gobierno «entiende que debe financiar» y el año pasado se utilizaron en torno a 900 millones de remanentes. Ha añadido que en 2023 «seguramente» también se utilizarán en función de las necesidades.

Fiscalidad

En materia de fiscalidad, Azpiazu ha manifestado que sería «imprudente» avanzar ahora «los elementos» de la reforma fiscal que quieren plantear y ha recordado que en 2023, en enero, van a iniciar la reflexión y «poner sobre la mesa todos aquellos elementos de reforma» sobre los que «ya se está trabajando» para diseñar la política tributaria que les permita en el futuro financiar las políticas públicas.

El consejero de Economía y Hacienda ha indicado que todavía no se sabe «en qué sentido evolucionarán los impuestos» pero se debe hacer un sistema fiscal que sea «más justo, más progresivo, más equitativo» y, a la vez, que «sirva para financiar el conjunto de políticas públicas».

En relación a los nuevos impuestos puestos en marcha por el Gobierno central y su concertación en Euskadi, ha señalado que este próximo martes se reunirá la Comisión Mixta del Concierto, a partir de las cinco y media de la tarde, y todavía «no se ha cerrado del todo el acuerdo».

No obstante, ha apuntado que la idea del Gobierno vasco es, por una parte, concertar el impuesto «complementario» sobre las Grandes Fortunas.

«Tenemos que concertar todos los impuestos que surjan y este es un impuesto directo que lo tenemos que concertar con capacidad normativa y también tenemos que llegar a un acuerdo de cómo instrumentar lo que no son estrictamente impuestos sino que son prestaciones patrimoniales de carácter no contributivo para ver un poco lo que nos correspondería a los vascos pagar por esas cuestiones de manera que nos lo compensemos, ese es un acuerdo que está todavía pendiente», ha explicado. Según ha afirmado, el día 27 a la tarde lo cerrarán y ahora «más no se puede avanzar».

Por otra parte, Azpiazu, que cree que «no se quiere entender el régimen fiscal en Euskadi», ha dicho que hay «mucha crítica de brocha gorda fundamentalmente, por parte de algunos partidos, que critican sin mayores argumentos el Concierto». «Algunos igual no lo quieren conocer porque si lo conocen, es más difícil criticarlo», ha añadido

En relación a los conflictos surgidos en el ámbito de la Educación y Sanidad, ha indicado que «se le escapan» las razones de la conflictividad y ha asegurado que tienen dotaciones «suficientes» para hacer frente a las necesidades de los ciudadanos. «A partir de ahí los conflictos laborales o de otra índole que pueda haber, tanto en Educación como en Sanidad, serán una cuestión de ellos, pero, desde luego, no del Gobierno», ha añadido.

Por último, en relación a los fondos europeos, espera que los PERTEs se pongan «en velocidad de crucero y que la disponibilidad de los recursos sea más rápida y mejor».