Archivo - Prototipo del nuevo blindado Dragón | EMILIO LÓPEZ - Archivo

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La planta alcalareña de Santa Bárbara Sistemas, propiedad de General Dynamics, acoge este martes la entrega al Ejército de Tierra de los primeros siete vehículos blindados de combate de ocho ruedas Dragón contratados por el Ministerio de Defensa, tras su integración, montaje y pruebas en dicho centro fabril. El acto contará con la asistencia del delegado del Gobierno de España en Andalucía, Pedro Fernández; la secretaria de Estado de Defensa, María Amparo Valcarce; y el jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra, el general de Ejército Amador Enseñat, así como con la alcaldesa de Alcalá de Guadaíra, Ana Isabel Jiménez.

Ello, después del conflicto laboral vivido meses atrás en esta factoría a cuenta de los 21 despidos acometidos en la misma por la empresa, afectado así a cerca del diez por ciento de la plantilla, y la decisión de centralizar en la fábrica del grupo en Trubia (Asturias) la carga de trabajo correspondiente a la producción de los 348 ejemplares del nuevo vehículo blindado de combate de ocho ruedas Dragón contratados por el Ministerio de Defensa a Santa Bárbara, para el Ejército de Tierra.

La carga de trabajo

Dicha situación motivó un prolongado conflicto laboral, en el que la plantilla reclamaba revertir los despidos y que la planta de Alcalá participase plenamente del contrato de los blindados Dragón, pues sólo le había correspondido el ensamblaje de estas siete unidades del total de 348, para conservar su papel de centro de producción; mientras la dirección de la empresa aseguraba que la «reconfiguración» de su actividad no implicaría una «pérdida de puestos de trabajo directos» en la planta alcalareña.

Tras acceder a revertir los mencionados 21 despidos, pues el Ministerio de Defensa había recordado los compromisos adquiridos por la empresa en materia de empleo, la dirección de Santa Bárbara defendía que «la especialización de la actividad de la fábrica alcalareña en mantenimiento, reparación, actualización, modernización y apoyo en el ciclo de vida de vehículos y sistemas de armas consolida su nivel de actividad presente y futura, reforzando las capacidades que ya posee en este sentido para dar respuesta a las necesidades, presentes y futuras, de las Fuerzas Armadas».

El "plan industrial"

Finalmente, la situación fue solucionada y las movilizaciones fueron suspendidas, al considerar los sindicatos que la compañía había aportado un «plan industrial» que garantizaba carga de trabajo y empleo para la factoría sevillana al menos hasta 2027, con los talleres de montaje de motores, de instalaciones eléctricas, reparaciones, montajes y pruebas de los blindados y labores de mantenimiento y modernización de vehículos militares como el Leopardo en todas sus versiones y Pizarro en fase uno, además del mantenimiento de los obuses.

Meses atrás, en ese sentido, la dirección de la empresa encargaba a la planta alcalareña la ejecución de un contrato de casi 14,4 millones de euros encomendado por la Armada, para las labores de mantenimiento de 21 vehículos de combate de infantería modelo Piraña III.