Agentes de la Unidad motorizada de la Policía Nacional. | PN

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Agentes de la Policía Nacional han detenido en Sevilla a once personas, que pertenecían a la 'Banda del tripi', acusados de robos en establecimientos comerciales ubicados en polígonos industriales de la ciudad, aprovechando los días festivos.

Para ello, anulaban los sistemas de seguridad y seguían un mismo patrón: se apropiaban de los productos con el objetivo de darles salida, «con posterioridad, en el mercado ilícito», según informa en una nota de prensa la Policía.

Los arrestados han sido puestos a disposición judicial y cuatro de ellos han ingresado en prisión, mientras que el resto ha quedado en libertad provisional. En este sentido, se les acusa de delitos contra el patrimonio, pertenencia a grupo criminal, falsedad de documentos y tráfico de drogas.

Los agentes han recuperado dos furgonetas y han intervenido multitud de herramientas e instrumental que empleaban los detenidos en sus robos, como micrófonos espías, inhibidores de frecuencia y balizas, entre otros.

La investigación comenzó el pasado mes de abril, cuando se produjo el primer asalto a un establecimiento dedicado a la venta de neumáticos, ubicado en el polígono El Pino de Sevilla. El robo se cometió durante el fin de semana y los ladrones pudieron hacerse con más de 1.500 neumáticos, valorados en unos 140.000 euros. Además, se apoderaron de una furgoneta propiedad de la empresa, que usaron para transportar la mercancía.

El segundo asalto, también llevado a cabo durante el fin de semana, tuvo lugar a principios del mes de julio, en una nave dedicada a la venta de aparatos de aire acondicionado, situada en el Parque Empresarial Carretera Amarilla, donde los detenidos se apropiaron, en este caso, de maquinaria valorada en más de 240.000 euros y de una furgoneta.

La banda actuaba aprovechando los fines de semana y festivos para desvalijar los establecimientos, lo que les permitía sustraer grandes cantidades del producto seleccionado. Previamente eran inhabilitados todos los sistemas de seguridad del lugar, lo que dificultó enormemente la investigación.

El 'cabecilla' de la banda contaba con más de 80 antecedentes por hechos similares, pero hasta el momento había conseguido evitar su ingreso en prisión, «al resultar difícil demostrar su implicación en los hechos, debido a las funciones de organizador que desempeñaba».

Recabadas todas las pruebas, se llevó a cabo un operativo policial en el que se realizaron cinco entradas y registros en los domicilios de los principales investigados, donde los agentes detuvieron a cinco de los integrantes de la organización. Posteriormente, se realizaron diversos dispositivos policiales donde se detuvo a los siete miembros restantes.