Lleno absoluto en el 'Desfile bailado. El vestuario del ballet de Zaragoza', en el Centro de Historias. | Europa Press - EUROPA PRESS

TW
0

El salón de actos del Centro de Historias se ha quedado pequeño para el 'Desfile bailado. El vestuario del ballet de Zaragoza' y sus 200 localidades han sido insuficientes para los numerosos espectadores que se han quedado esperando y, al final, han desistido.

Esta iniciativa del proyecto 'Cisnes' ha permitido mostrar, al ritmo de la danza, los trajes de algunas de las piezas más significativas para las que fueron creados.

Han sido alumnos del Conservatorio Municipal Profesional de Danza de Zaragoza los que han mostrado los trajes de la desaparecida compañía del Ballet de Zaragoza, y además han interpretado fragmentos de minuto y medio de duración de cada una de las seis piezas, que han ido precedidas de una descripción a cargo de la coordinadora de este desfile Irene Turmo.

La sesión ha comenzado con una recreación de 'Who cares?', cuyos trajes fueron diseñados por Ben Benson; seguida por 'Paquita' una obra que transcurre en Zaragoza durante los Sitios, y con trajes de Roger Salas; que ha dado paso a 'Giselle', una obra maestra romanticismo gótico y cuyo vestuario también es de Roger Salas.

También se ha interpretado el conocido 'Paso a dos' de la obra 'Cascanueces'; a la que ha seguido 'Broken Skin', con traje de Doris Gail; y ha cerrado el desfile 'Don Juan', cuyo vestuario es de Heide Schiffer-El Fouly.

Riqueza cultural de zaragoza

La introducción a este desfile ha corrido a cargo de una de los artífices de 'Cisnes', la periodista especializada en cultura Ana Rioja, quien ha destacado que es un homenaje a esos cisnes que han hecho que la cultura en Zaragoza «sea más completa y rica».

Ha reconocido que de todas las actividades del proyecto 'Cines' este desfile es la más emocionante porque «son alumnos que bailan con los trajes del Ballet de Zaragoza, cuyo legado sigue en nuestro recuerdo». «No todo está perdido. Hay nuevas generaciones que aman la danza», ha concluido.

Ana Rioja se ha dirigido a los bailarines y al público asistente para decirles: «Gracias por amar la danza y ser cómplices de este homenaje a la danza y al patrimonio de la ciudad de esos cisnes que volaran y siempre acompañaremos».

En su intervención, la coordinadora de esta iniciativa, Inés Turmo, ha agradecido la colaboración del Conservatorio Municipal Profesional de Danza de Zaragoza, entre las distintas entidades que han arropado esta iniciativa, como el Centro de Historias de Zaragoza, donde el próximo 18 de diciembre se celebrará una charla entre Ana Rioja y la coreógrafa, maestra de danza y directora del Estudio María de Ávila, Lola de Ávila.

Será la última actividad que pondrá el colofón a 'Cisnes. Cien años de danza clásica en Zaragoza' y cuya exposición se pude visitar en la primera planta del Centro de Historias de Zaragoza.