Lina y sus dos hijos son una de las familias vulnerables que atiende Save the Children en València | PABLO MARTÍ ? DIODO MEDIA / SAVE THE CHILDREN

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La mitad de los niños valencianos no toma las vitaminas necesarias porque apenas comen verduras, carne o pescado y tiene que llevar el abrigo en casa porque sus familias no pueden calentar la casa por el precio de la energía.

Así lo desvela un informe publicado hoy por Save the Children que ha encuestado a las familias de más de 600 niños y adolescentes de casi 300 familias que acuden a sus programas y que pertenecen a la población más vulnerable social y económicamente de la Comunitat Valenciana.

El estudio aporta 43 medidas clave para reducir la pobreza infantil en la autonomía, así como 47 medidas a nivel Estatal, empleando eficazmente los fondos europeos que ya está recibiendo España para cumplir con la Garantía Infantil Europea y al respecto señala que España «está lejos de cumplirla».

Para que esta situación cambie, la ONG lanza también hoy una campaña en toda España bajo el título de 'Números que tocan', con la colaboración del colegio público San Ildefonso. El director de Save the Children en la Comunitat Valenciana, Rodrigo Hernández, señalan que en la Comunitat Valenciana más de 150.000 niños están en situación de pobreza severa y por eso han optado por «cantar los números que tocan ya a demasiados niños: los números que nos deberían tocar a todas y todos, porque este es un problema de toda la sociedad».

Con esta campaña, la organización «espera despertar conciencias y movilizar» a la sociedad para que exija soluciones ante uno de los problemas «más graves» que vive el país, que debe tratarse como una prioridad política en un momento de grandes oportunidades legislativas.

Perfil de las familiasbajos ingresos y pocas ayudas

Casi 6 de cada 10 niños de la Comunitat Valenciana vive en hogares donde ningún progenitor trabaja a tiempo completo, y sólo el 2,8% reside en hogares en los que tanto el padre como la madre trabajan a tiempo completo. En lo que respecta a los ingresos, casi 7 de cada 10 familias vulnerables que atiende la entidad de sobrevive con unos ingresos medios mensuales inferiores a 1.000?

Además, a pesar de que prácticamente la mitad de las familias encuestadas (49%) han solicitado el Ingreso Mínimo Vital (IMV) o la Renta Valenciana de Inclusión (RVI), sólo 1 de cada 4 percibe alguna de estas dos ayudas. «Aunque la RVI y el IMV son una buena herramienta para luchar contra la pobreza infantil, estamos viendo como no llegan a todos los hogares que lo necesitan», señala.

Por ello, Save the Children ve necesario «ampliar la cobertura y mejorar» la gestión de la RVI, «priorizando a las familias con menores de edad a cargo y monoparentales». «Es esencial reconfigurarla para dar cobertura a todas las familias con hijos a cargo en situación de pobreza que quedan fuera del IMV», afirma Hernández.

Una educación lastrada por la pobreza

Asimismo, el informe advierte de que la educación infantil en la Comunitat Valenciana «está lejos de generalizarse»: 1 de cada 3 niños de las familias vulnerables que participan en Save the Children no va a la escuela infantil de 0 a 3 años, y «eso marca ya su vida porque reciben menos estímulos para su desarrollo».

Durante la educación obligatoria, sólo el 36% de estudiantes de las familias analizadas puede permitirse actividades extraescolares, que enriquecerían su aprendizaje. E incluso después de la pandemia, con meses de clases en remoto, el 59% no dispone todavía de ordenador ni de conexión a internet adecuada.

Por ello, las propuestas de la organización pasan por seguir incrementando las plazas para garantizar un acceso universal progresivo a educación infantil de 0 a 3 años de calidad, priorizando a los niños y niñas en situación de pobreza o exclusión social.

Además, el 60,4% de los niños del estudio en la Comunitat Valenciana no toma la fruta y verdura necesaria y 1 de cada 3 no alcanza el consumo recomendado de proteínas. Además, el 38% tiene obesidad o sobrepeso. En cuanto a la salud bucodental y mental, el 36% de familias no ha podido ir al dentista por no poder pagarlo, y sólo el 24% ha accedido a profesionales especializados de salud mental.

Para revertir estos datos, Save the Children propone modificar la ley valenciana de Salud para impulsar la implantación progresiva de la cartera pública de los servicios de atención bucodental. En lo que respecta a la salud mental, la organización apuesta por continuar reforzando el sistema de atención primaria y salud mental infanto-juvenil.

Viviendas precarias y sin calentar

De media, las familias atendidas por la organización en la Comunitat Valenciana dedican casi la mitad de su renta (46%) a pagar la vivienda que ocupan. En el caso de las madres monomarentales, especialmente vulnerables, dedican de media el 57% a este gasto.

Además, las condiciones de sus casas perjudican la salud: 1 de cada 4 niños habitan viviendas sin apenas luz, con humedades o ruido constante y el 42% vive en hogares en los que no se puede casi nunca encender la calefacción en invierno o el aire acondicionado en verano porque la factura de la energía es inasumible.

Ante esta situación, propone ampliar el parque de vivienda pública de alquiler social como forma de hacer frente a desahucios, impagos u otras situaciones de vulnerabilidad económica y exclusión social y que la presencia de niños sea un elemento prioritario para la atención de tales emergencias. Además, se propone unificar al bono social de manera que incluya electricidad y gas, y prohibir los cortes de suministro a todas las familias que viven en situación precaria.