En declaraciones a los periodistas en el Parlamento, Moreno ha expresado que no le «gusta absolutamente nada» lo que está viendo en el Congreso de los Diputados, en referencia a la polémica sobre los insultos de una diputada de Vox a la ministra de Igualdad, Irene Montero.
«Creo que cuando la radicalidad y el insulto sustituyen a la propuesta; cuando llegamos al disparate de insultarnos unos a otros, y cuando hay descalificaciones personales y no políticas, se hace un flaco favor a la institución y un flaquísimo favor a la democracia», ha señalado.
Tras indicar que los ciudadanos ven «con estupor en su casa los insultos que se cruzan unos y otros», ha apelado a «un modelo de serenidad, de sensatez y de moderación».
«La radicalidad sólo nos lleva a la división de la sociedad y eso es terriblemente negativo», ha indicado el presidente.
«Ayer me quedé terriblemente sorprendido del disparate en el que se está convirtiendo la política en algunas esferas del ámbito nacional», ha añadido.
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