Archivo - Grullas en la laguna de Gallocanta. | GOBIERNO DE ARAGÓN - Archivo

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La llegada de las grullas a la reserva natural de la Laguna de Gallocanta, uno de los espectáculos naturales más conocidos de la comunidad aragonesa, ha atraído estas últimas semanas a turistas procedentes de Francia, Inglaterra, Holanda y Bélgica, mientras que el turismo nacional crece durante los fines de semana.

Así lo ha apuntado en declaraciones a Europa Press el gerente del albergue Allucant, Javier Mañas, quien ha indicado que se está empezando a recuperar la afluencia de antes de la pandemia de la COVID-19. Aunque ha reconocido que los datos del pasado año eran mejores, ya que se notaron las ganas de la gente de salir al campo.

Mañas, cuyo establecimiento se ubica en el municipio zaragozano de Gallocanta, ha indicado que las seis habitaciones dobles con baño de las que disponen se suelen llenar por turistas extranjeros entre semana, principalmente ingleses; mientras que los fines de semana, reciben más visitas de turistas nacionales procedentes del País Vasco, la Comunidad de Madrid y Cataluña, además de zaragozanos que vienen a la laguna a pasar el día.

Según los datos publicados por el Centro de Interpretación de la Reserva Natural Dirigida de la Laguna de Gallocanta, un total de
39.869 grullas pasaron este jueves, 17 de noviembre, por este espacio.

En este sentido, Javier Mañas, ha expresado que desde que empezaron a llegar hace unas semanas, el actual es el momento de mayor afluencia, ya que de los censos anteriores el más alto se situó en 9.414 ejemplares.

Mañas ha indicado que las previsiones son que los datos de la próxima semana sean similares a estos últimos, ya que hasta mitades del mes de diciembre es momento de llegada y partida de las grullas. Además, ha añadido que estas aves están buscando un sitio para descansar y la laguna de Gallocanta cuenta con «un nivel de agua ideal» y comida en los campos cercanos.

Norte de europa

Por otra parte, Mañas ha explicado que cuando llega la época de frío, las grullas abandonan los sitios de cría, es decir, el norte de Europa, y van bajando hacia el sur de la Península Ibérica. Es un movimiento que empieza normalmente a mitad del mes de octubre y que dura hasta aproximadamente diciembre.

«Si al principio no hay muchas grullas que se mueven, es porque tienen comida y recursos en las zonas de Alemania, Suecia, Finlandia y cuando se les acaban, empiezan a emigrar para el sur», ha dicho.

A inicios del mes de diciembre, los censos suelen contabilizar entre 30.000 y 40.000 grullas, un número que va descendiendo con el paso de los días, hasta las 20.000, aunque según ha explicado Mañas, uno de los factores que más influye son las condiciones meteorológicas.

Una vez que el grano que han sembrado los agricultores ha germinado, las grullas se mueven a la zona del Jiloca, y en ocasiones, viajan en el día a zonas ubicadas alejadas hasta 30 kilómetros a buscar alimento y regresan a dormir en la laguna, ha esgrimido Mañas. A mediados de febrero comienza su viaje de regreso hacia el norte de nuevo para buscar zonas de cría, y a este período se le denomina «migración prenupcial».

Es un momento peculiar del año, ha calificado Javier Mañanas. Aunque las grullas que en estos meses han estado en Gallocanta se van, la laguna no se queda sin ejemplares, ya que las alrededor de 200.000 que se encuentran en otras zonas de la península empiezan a pasar por territorio aragonés para comenzar este movimiento migratorio. Por este motivo, se pueden dar durante estas fechas censos de 110.000 grullas a dormidero.

Rutas guiadas

Los visitantes tienen la oportunidad de ver este fenómeno de la naturaleza por su cuenta o hacerlo con las rutas guiadas. Mañas ha explicado que desde Allucant informan a los asistentes del programa denominado 'Siente las grullas'. Los asistentes son guiados a los dormideros a la hora del amanecer para poder contemplar este espectáculo de la naturaleza.

El Centro de Interpretación de la Reserva Natural Dirigida de la Laguna de Gallocanta también organiza paseos guiados, de carácter gratuito, por el entorno de la laguna bajo el nombre 'De ruta con las grullas'.

Esta es una actividad guiada por un educador ambiental de la Red Natural de Aragón, y a través de la cual es posible aprender más sobre los hábitos de esta especie y sus principales características.