Joaquín Olona en Casa Lardiés. | GOBIERNO DE ARAGÓN

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El consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, Joaquín Olona, ha inaugurado este sábado Casa Lardiés, el nuevo refugio de montaña ubicado en la localidad de Nocito, en el municipio oscense de Nueno y que ha sido subvencionado por el Ejecutivo autonómico con casi 200.000 euros.

En concreto, este proyecto ha recibido financiación autonómica, a través de los Fondos LEADER, y que supone casi un 21 por ciento de la inversión total. Las obras concluyeron este verano y ya ofrece 40 plazas de alojamiento. El nuevo equipamiento viene a cubrir una demanda de servicios en una zona de gran interés para excursionistas, senderistas y practicantes de los deportes de montaña, han indicado desde el Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente.

Casa Lardiés es el nombre familiar de la antigua vivienda, que ha sido rehabilitada y ampliada para convertirla en la primera instalación deportiva montañera de sus características que presta servicio en la cara norte del Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara.

El refugio es un viejo proyecto impulsado por el club de montaña Peña Guara, que tiene encomendada la gestión de estas nuevas instalaciones cuya propiedad ostenta el Ayuntamiento de Nueno.

«El refugio Casa Lardiés de Nocito es una instalación única en todo el eje norte del Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara que, sin duda, va a favorecer la presencia y afluencia de personas y grupos, potenciando la posibilidad de realizar actividades turísticas y deportivas en el territorio en el que se inscribe», ha dicho el consejero Joaquín Olona durante la inauguración.

Así, Casa Lardiés de Nocito se suma a la red de refugios de montaña oscenses, con las mismas prestaciones y servicios que tienen el resto de refugios gestionados por la Federación Aragonesa de Montañismo (FAM), disponiendo de comunicación telefónica vía satélite, y con radio socorro de montaña.

Sus 40 plazas de capacidad le permiten albergar grupos excursionistas o de montañeros que se desplacen en autobús, cursos de iniciación al montañismo, aulas de naturaleza, o actividades de colegios. Las reservas pueden realizarse desde la web 'alberguesyrefugios.com' o desde la página del propio refugio.

Refugio y edificio multiusos

En 1973, el club Peña Guara de Huesca adquirió en Nocito, previa donación José Cardús Naya, una casa en estado ruinoso, con la finalidad de levantar un refugio de montaña que ofreciera cobijo a montañeros y personas que, ya entonces, transitaban por un territorio muy abandonado.

Sin embargo, dicha iniciativa no fraguó y en 1986 tuvo que ser finalmente derribado el inmueble, iniciándose entonces conversaciones con el Ayuntamiento de Nueno para la permuta del terreno, que pasó a ser plaza, facilitando así el tránsito de vehículos en la parte alta de la localidad.

Tras años de gestiones, en 2017 se encargó proyectar un refugio como una actuación conjunta del Ayuntamiento de Nueno y Peña Guara en los terrenos propiedad de ambos, pero un año después se presentó la oportunidad de adquirir un edificio antiguo de arquitectura popular para desarrollarlo, una opción con mejores prestaciones y beneficios, especialmente sociales para el lugar. Así, se modificó el plan de actuación y se adquirió Casa Lardiés.

Se trata de un edificio de planta baja y dos alturas, con aprovechamiento a su vez de las falsas o graneros, con una superficie de 200 metros cuadrados por planta, además de un corral adosado de la misma superficie que ha permitido habilitar un salón multiusos y comedor con capacidad para 150 usuarios.

Este espacio evitará el obligado alquiler de carpas para las fiestas del pueblo, reuniones de los vecinos o actos comarcales que era necesario hasta la actualidad.

También para la ubicación de puntos de organización de eventos deportivos que se organizan en la localidad --carreras por montaña, marchas senderistas-- y que no disponían de la infraestructura adecuada. De igual manera, el espacio multiusos del refugio puede ser utilizado también como sala de control de emergencias.

Las obras de rehabilitación han respetado dos elementos de construcción popular que tenía la casa, particularmente el horno de pan, una cocina aragonesa con su cadiera de madera y chimenea típica del Serrablo, tejado de laja, paredes de piedra y arcos interiores.