Más de 150 voluntarios participan en la primera recogida de 'basuraleza' tras el incendio de Bejís | ASOCIACIÓN ÕRIWA

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Alrededor de 200 voluntarios se han unido este domingo en Bejís (Castellón) a la primera jornada de limpieza de residuos en la zona afectada por el incendio que este verano arrasó 20.000 hectáreas en la comarca del Alto Palancia.

Los equipos de limpieza --convocados por la plataforma Õriwa, una asociación de vecinos de las cinco poblaciones afectadas por el siniestro-- han logrado retirar entre cuatro y cinco toneladas de basura que ha quedado visible al desaparecer la vegetación, según ha informado la organización del encuentro en un comunicado.

Entre los objetos retirados del monte se han encontrado algunos «tan llamativos» como cocinas, calderas, inodoros, un sofá y una moto. Se han recogido residuos que estaban ocultos desde hace décadas, pero algunos, como el amianto, no se ha podido recoger por su peligrosidad. La recogida ha contado con distintos niveles de dificultad para que «todo el mundo tuviera cabida».

Esta ha sido la primera de las jornadas de recogida de 'basuraleza' que ha organizado Õriwa para limpiar ocho áreas dentro del término municipal de Bejís. Las siguientes previstas serán en Teresa (19 de noviembre) y Torás (3 de diciembre). El Ayuntamiento de Bejís ha facilitado los contenedores que harán posible el reciclaje de los residuos recogidos.

La encargada del voluntariado de las limpiezas, Ana María Navarro, ha destacado que «se pretende que esta acción sirva para concienciar sobre la necesidad de respetar el entorno de nuestros pueblos y ser responsables».

"evitar encontrar basura en el futuro"

«El incendio nos ha hecho tomar conciencia de lo importante que es la naturaleza que nos rodea, y de la enorme tristeza que sentimos cuando se destruye: tirar basura al monte es también una forma de dañarla», ha subrayado Navarro, quien, en declaraciones a Europa Press TV, ha agregado que uno de los objetivos es «intentar evitar que en el futuro encontremos basura nueva».

Por su parte, uno de los organizadores, Ángel Gil, ha señalado, también ante el micrófono de Europa Press TV, que «varias asociaciones pequeñas también van a hacer recogidas puntuales». «Cuantas más veces vayamos a limpiar, mejor estará el monte, ese es el objetivo», ha destacado.

Gil ha incidido en que el monte también ha sufrido los años de «decadencia» en los que la gente tiraba lo que tenía en casa porque «no había tanto recurso de puntos limpios, ni recogida de enseres por parte de las administraciones».

«Esperamos que la gente se dé cuenta de lo guarros que hemos sido casi todos y que nuestros hijos puedan ver un monte limpio, verde y perfecto», ha concluido.

Viveros para reforestar

Los vecinos de Bejís, El Toro, Teresa, Torás y Sacañet que se han unido en la asociación Õriwa impulsan también otros proyectos para hacer posible la reforestación y recuperación económica y socioambiental de esos municipios tras el incendio.

Uno de los proyectos supone la creación de un vivero en cada municipio para cuidar los planteles de los árboles que los expertos indiquen durante un periodo de tres años, para que después puedan ser plantados en los montes cuando estén maduros y puedan sobrevivir mejor. Todos los pueblos cuentan ya con terrenos para esos viveros, unos cedidos por los ayuntamientos y otros por propietarios privados.

La asociación también está activa --junto con otras plataformas de Aragón y la Comunitat Valenciana-- para hacer frente al proyecto de la empresa Forestalia de construir una Línea Aérea de Alta Tensión (también conocida como LAAT o MAT, por las siglas de Muy Alta Tensión) desde la provincia de Teruel hasta La Eliana, en València, atravesando la zona afectada por el incendio en los términos municipales de El Toro, Torás y Teresa.

Así, el pasado mes de septiembre presentó alegaciones, dentro del periodo de consulta pública del proyecto, abierto once días después de iniciarse el incendio. En ellas denunció que, si el Gobierno la aprueba, «pondrá en peligro la recuperación de unos terrenos que han quedado en una situación de alta fragilidad, y afectará a la reactivación de la actividad económica, en particular la relacionada con el agroturismo por el alto impacto paisajístico».

Además, la MAT «supone un riesgo para la salud de las personas en aquellos puntos en los que pasa cerca de viviendas, y pone en peligro algunas especies de aves y quirópteros protegidas», según ha indicado la asociación.