Archivo - Capa de contaminación sobre la ciudad desde el Cerro del Tío Pío en Madrid (España). | Jesús Hellín - Europa Press - Archivo

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La contaminación del aire por ozono repunta este año en la Comunidad de Madrid tras finalizar las restricciones de la movilidad y la actividad económica derivadas de la lucha contra la Covid, resultando que todas las estaciones de medición han registrado numerosas superaciones del valor octohorario recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Así lo indica en un informe publicado hoy por Ecologistas en Acción, que refleja que los niveles de ozono en Madrid han sido significativamente más altos que durante los dos años de la pandemia (2020 y 2021), por efecto de las elevadas temperaturas alcanzadas durante este verano.

En conjunto, este año se han reducido las superaciones de la recomendación de la OMS en un 7% respecto al promedio del periodo 2012-2019 (el 11% en la capital). La mejoría de la situación ha sido más relevante en la zona Urbana Noroeste, con una reducción del número de días con mala calidad del aire del 19%, seguida de la zona Urbana Sur, con una caída del 14%.

En cambio, el ozono ha aumentado en algunas estaciones urbanas orientadas al tráfico de la capital (Escuelas Aguirre, Villaverde Alto y, sobre todo, Plaza del Carmen) y de algunas ciudades de su área metropolitana (Alcalá de Henares, Algete, Villalba, Coslada, Leganés y Rivas), «quizás por el posible mantenimiento en las vías urbanas citadas de la disminución de las emisiones de monóxido de nitrógeno, contaminante que destruye el ozono, fenómeno derivado de una hipotética menor movilidad motorizada, que es más clara en la estación de la Plaza del Carmen, la única ubicada en el interior de Madrid Central».

El ozono también ha repuntado en las estaciones rurales Villa del Prado y Villarejo de Salvanés. En todo caso, en la capital, tres de las trece estaciones que miden ozono han sobrepasado las 75 superaciones del valor octohorario recomendado por la OMS, ha constatado la organización ecologista. Los peores registros se han obtenido en El Pardo y Casa de Campo, con respectivamente 97 y 77 días de superación, hasta el 30 de septiembre.

Además, tres estaciones de la capital (El Pardo, Plaza del Carmen y Tres Olivos) han superado también el más laxo valor objetivo octohorario para la protección de la salud establecido por la normativa, en más de los 25 días permitidos al año de promedio en el trienio 2020-2022, mejorando la situación respecto a trienios anteriores por los bajos registros de 2020 y 2021, siendo en la capital la reducción de las superaciones del objetivo a largo plazo de un 19% respecto a la media del periodo 2012-2019.

Resto de la región

Con respecto al resto de la región, 20 de las 28 estaciones de las redes de medición autonómica y de AENA han seguido registrando un número muy elevado de superaciones del valor octohorario recomendado por la OMS, en más de 75 días. El Atazar y Puerto de Cotos han computado 127 y 125 días de mala calidad del aire, respectivamente, la peor situación en toda España.

En lo que se refiere al más laxo valor objetivo octohorario establecido por la normativa, la mejoría de la situación ha sido en conjunto inapreciable, con aumentos en el Corredor del Henares, la zona Urbana Noroeste y la Cuenca del Alberche y descensos en la zona Urbana Sur, la Sierra Norte y la Cuenca del Tajuña.

Quince estaciones han sobrepasado los 25 días de superación al año, de promedio en el trienio 2020-2022, mejorando algo la situación respecto a trienios anteriores. Los peores registros se han obtenido en las estaciones del Henares y la Sierra Norte, con todas sus estaciones (salvo Arganda del Rey) en situación de incumplimiento legal.

En el extremo opuesto, por segunda vez en la última década, ninguna estación de las zonas Urbana Sur y Urbana Noroeste habría incumplido el objetivo para la protección de la salud.

Por último, en 2022 han repuntado con fuerza las superaciones del umbral de información a la población, con 97 notificadas entre una veintena de estaciones (10 en la ciudad de Madrid), en el episodio de alta contaminación del 9 al 20 de julio, coincidiendo con la intensa y prolongada ola de calor de mediados de dicho mes.

Estas superaciones de dicho umbral sólo estarían por detrás de las 105 de 2013 y las 324 de 2015, hasta este año los veranos más cálidos y con episodios más agudos de ozono en la última década.

Conclusiones

El informe anual de Ecologistas concluye que la totalidad de la población y del territorio madrileño han estado expuestos este año a unos niveles insalubres de este contaminante. El informe toma como referencia el valor recomendado por la OMS, de acuerdo al cual el aire contaminado por ozono ha afectado en 2022 a la totalidad de la población y del territorio madrileños.

Si se considera el valor objetivo trienal establecido por la normativa, más laxo que la recomendación de la OMS, la población que ha respirado aire contaminado por encima del estándar legal sería de 1,2 millones de personas en el Corredor del Henares, la Sierra Norte y las Cuencas del Alberche y del Tajuña, donde la media de las estaciones de medición existentes en cada una de esas zonas ha superado dicho valor objetivo.

Además, para la entidad, el cambio climático se confirma como un «factor determinante» en el agravamiento de los episodios de mala calidad del aire por ozono, por el incremento de las temperaturas, el alargamiento progresivo del verano y la reducción de las precipitaciones, a sumar a otros «inconvenientes» ambientales entre los que en 2022 hay que destacar en España los virulentos incendios forestales.

«La contaminación por ozono debe abordarse como un problema sanitario de primer orden, que causa cada año entre 1.500 y 1.800 muertes en España, según la Agencia Europea de Medio Ambiente. Durante el verano de 2022, el Instituto de Salud Carlos III ha identificado en Madrid 1.300 muertes atribuibles a las elevadas temperaturas y a la mayor exposición asociada al ozono. Las personas más afectadas son niñas y niños, mayores, mujeres embarazadas y quienes padecen enfermedades cardiorrespiratorias crónicas», señalan.

El coste sanitario y laboral de la contaminación por ozono fue de 5.000 millones de euros en 2013, un 0,33% del PIB español, según el Banco Mundial, sin considerar los daños provocados sobre los cultivos y los ecosistemas naturales.

Los planes autonómicos de calidad del aire para reducir la contaminación por ozono son obligatorios, según la legislación y el Tribunal Supremo, pero el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid «siguen sin elaborarlos en las zonas donde resultan preceptivos», critican los Ecologistas.

De hecho, denuncian que siguen sin contar con protocolos frente a las puntas de contaminación por ozono, que contemplen medidas de limitación del tráfico en episodios como el del 9 al 20 de julio, con un centenar de superaciones del umbral de información, la cifra más alta desde el año 2015, mientras las autoridades difundían avisos rutinarios.

Además de reducir el tráfico en las ciudades, los ecologistas también ven necesario reducir el tráfico aéreo y evitar nuevas ampliaciones del aeropuerto de Barajas y otros aeródromos, así como penalizar fiscalmente a los vehículos diésel.

Además, constatan que dos meses para que venza el plazo para que todas las ciudades de más de 50.000 habitantes establezcan zonas de bajas emisiones, «pocas han cumplido esta obligación legal, pese a los abundantes fondos públicos que están recibiendo para ello».

Ecologistas en Acción pide a los alcaldes que prioricen la salud de sus vecinos «sobre cálculos electorales poco justificados». «La dramática situación creada por la pandemia ha corroborado que la reducción de las emisiones de precursores sí es efectiva para combatir la contaminación por ozono», concluyen.