Archivo - Ciudad de la Justicia de València | Rober Solsona - Europa Press - Archivo

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Un jurado popular ha declarado culpable a un hombre acusado de estrangular a su pareja de hecho en el barrio valenciano de Patraix y esconder su cadáver en el maletero de su coche.

El jurado ha emitido un veredicto de culpabilidad contra el hombre, que se sienta en el banquillo de los acusados de la Audiencia de Valencia desde la semana pasada, por haber dado muerte intencionadamente a su pareja --la defensa solicitaba imprudencia--.

Así mismo, el jurado no aprecia en su veredicto ni la atenuante de confesión --el hombre reconoció los hechos en el juicio--, ni la de arrebato. Sí estima la reparación parcial del daño porque pagó 8.000 euros de los 50.000 que se pedían de indemnización al inició del juicio.

Tras el veredicto, el tribunal deberá dictar sentencia. La Fiscalía reclama para el hombre una pena de 12 años de prisión por un delito de homicidio con las circunstancias agravantes de cometer el delito por motivos de discriminación por género y de parentesco. Le aplica la atenuante de reparación del daño.

Los hechos se remontan al 24 de agosto de 2020, cuando el acusado, sobre las 00 horas, mantuvo una discusión con su pareja de hecho en su domicilio de la calle Meléndez de València.

Tras un forcejeo, el hombre colocó sus manos sobre su cuello haciendo fuerte presión hasta que dejó de respirar. La mujer falleció en el acto por insuficiencia respiratoria aguda producida por mecanismo de asfixia mecánica por estrangulación.

Seguidamente, el acusado, tras permanecer un número de horas indeterminado junto al cadáver, lo envolvió y lo cargó hasta el vehículo de la mujer que se encontraba estacionado en las proximidades.

Tras utilizar las llaves que él mismo tenía, introdujo el cuerpo en el maletero y lo abandonó tras rociarlo con una sustancia corrosiva. El cadáver fue descubierto el 30 de agosto, en la confluencia de las calles Pablo Meléndez con Fontonares, después de que se hubiera denunciado la desaparición el día anterior.

La fallecida tenía en el momento de su muerte 31 años, no tenía descendencia y carecía de familiares en España, siendo su madre, residente en Uruguay, su familiar más directa.